El Reino Unido reanuda en Londres las negociaciones con la Unión Europea con miras a cerrar lo antes posible un acuerdo comercial posBrexit, pues el tiempo apremia para evitar el escenario del "no deal" al terminar el año.
Después de 47 años de unión tormentosa, el Reino Unido abandonó el bloque comunitario en enero, pero el país tiene plazo hasta el 31 de diciembre, cuando termina el periodo de transición, para alcanzar un acuerdo comercial con su antiguo socio.
Reunidos durante tres días en la capital británica, los negociadores europeos y británicos intentarán encontrar un terreno de entendimiento, pese a que los dividen importantes desacuerdos en ámbitos estratégicos.
La pandemia supuso un freno para el diálogo y las intensas semanas de negociaciones de junio no lograron desbloquear la situación, a pesar de la voluntad del primer ministro, Boris Johnson, de reavivar las discusiones, que estaban en un punto muerto.
"Subsisten divergencias considerables en varias cuestiones importantes", como la pesca y la soberanía británica, declaró el portavoz de Boris Johnson.
El vocero añadió que el Reino Unido "continuará colaborando de manera constructiva" con la Unión Europea, pero advirtió que el tiempo apremiaba, ya que el ejecutivo británico rechazó prolongar el periodo de transición.
"No queremos que las negociaciones se alarguen hasta el otoño", afirmó. "Queremos avanzar lo más rápidamente posible para aportar certidumbre y claridad a las empresas, y esto no ha cambiado en nada".
En cambio, la Unión Europea parece tener menos prisa, al considerar que los negociadores tienen hasta finales de octubre para alcanzar un potencial acuerdo, que después tendrá que ser ratificado por los parlamentos europeo y británico.
Por su parte, Boris Johnson habría aceptado finalmente que las negociaciones continúen hasta finales de agosto, pese a que en un principio dijo que no deberían prolongarse más allá de julio. Y ello, a causa del "abismo" que separa a ambas partes.
La semana pasada, Londres presentó los detalles de sus primeras propuestas sobre la gestión de sus fronteras después del Brexit, insistiendo en que entrarán en vigor independientemente del acuerdo que se alcance con Bruselas.
El proyecto, que prevé una aplicación gradual de la ley de fronteras durante los seis primeros meses de 2021, fue criticado por el "aumento de los costes" que conllevará y por su complejidad "burocrática".
Así, la industria de transporte de mercancías consideró que con las nuevas reglas, tres cuartas partes de los transportistas británicos podrían no contar con las autorizaciones requeridas para transportar mercancías en el Reino Unido si británicos y europeos no llegan a un acuerdo.
Si esto ocurriera, solo se aplicarían las reglas de la Organización Mundial del Comercio, con sus altos aranceles, a partir de enero de 2021 en las relaciones comerciales entre la Unión Europea y el Reino Unido.
El reinicio de las negociaciones coincide con la exhortación que hicieran algunos sectores del parlamento para investigar posibles injerencias rusas en la política británica, en particular durante la campaña del referéndum sobre el Brexit de 2016.
Como se recordará Johnson convocó a elecciones en diciembre de 2019 y tras su aplastaste victoria logró materializar el Brexit el 31 de enero de 2020. El Primer Ministro británico logró los suficientes votos para conseguir la aprobación del acuerdo de salida que ya había negociado con Bruselas y ahora impulsa el tratado de comercio posterior.
En su momento el principal argumento de la campaña a favor de la salida fue que con el Brexit los británicos iban a “recuperar el control” sobre sus propios asuntos, en particular sobre sus fronteras, lo que permitiría un mejor control de la migración.
Como se recordará el referendo sobre la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea arrojó que el 51,9% de los votantes era partidario de abandonar la UE, frente a un 48,1% que querían permanecer. Entre las consecuencias de la salida de la UE es importante mencionar que Escocia había decidido permanecer en el Reino Unido para evitar su salida de la Unión decisión que ahora podría ser revisada.