para lograr mayoría en las legislativas de marzo y así acabar bloqueo político
LEGITIMADO como líder de la derecha israelí tras las primarias de su partido, el Likud, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, se dijo para empezar una nueva campaña electoral, de cara a las legislativas del 2 de marzo, al tiempo que anunció un plan para conseguir que Estados unidos reconozca la “soberanía” israelí en los asentamientos en Cisjordania y en el Valle del Jordán.
Su victoria contundente en las elecciones internas de la formación el jueves, en las que ganó por un 72,5% de los votos, frente a los 27,5% de su rival, no dejan lugar a dudas: Netanyahu, el primer ministro que más tiempo ha durado en el cargo, es dueño y señor de la derecha israelí.
El jefe de gobierno agradeció a sus adeptos por esta "inmensa victoria", por su confianza y apoyo y rápidamente puso la vista en las elecciones legislativas del 2 de marzo, las terceras en menos de un año.
"Ha llegado la hora de unirnos y de lograr una victoria clara para el Likud y para la derecha", dijo, durante una rueda de prensa.
"La mayoría de la gente apoya a la derecha y me apoyan a mí, para que dirija el gobierno", afirmó, en un verdadero discurso de campaña en el que nunca mencionó el nombre de su rival en el Likud, derrotado en las primarias.
Netanyahu agradeció sin embargo al presidente estadounidense Donald Trump, un aliado cercano, por el apoyo que da siempre a Israel y garantizó que una victoria del Likud en marzo traerá consigo nuevos "éxitos históricos" para Israel.
Ayer anunció parte de su hoja de ruta al señalar que “lucharemos por el reconocimiento de Estados Unidos a nuestra soberanía en el valle del Jordán y en todos los asentamientos de la zona de Judea y Samaría".
El primer ministro israelí ha avanzado que intentará cerrar "un histórico pacto de defensa" con Estados Unidos si su formación logra la victoria en las elecciones parlamentarias convocadas para el 2 de marzo, las terceras tras las dos celebradas en 2019 sin que se lograra un acuerdo para formar gobierno.
El 'premier' israelí ha dicho que su país "detendrá finalmente a Irán" y buscará firmar acuerdos de paz con países árabes.
Las primarias se realizaron en el momento en que Israel lleva paralizado desde hace meses por la crisis política derivada de la incapacidad de alcanzar un acuerdo para conformar un nuevo ejecutivo, una situación que ha abocado a unas terceras elecciones legislativas en marzo de 2020. Ni Netanyahu ni su principal rival político, el general retirado Benny Gantz, líder de la coalición Azul y Blanco, lograron cerrar un pacto para liderar un nuevo ejecutivo.
"El reto de Netanyahu es garantizarse la inmunidad y para ello necesita 61 votos" en el parlamento, recordó el viernes Gayil Talshir, profesora de Ciencias Políticas de la universidad hebraica de Jerusalén.
La ley israelí prevé que cualquier ministro perseguido por la justicia deje el cargo pero esto no se aplica en el caso de un primer ministro.
Los sondeos realizados de cara al 2 de marzo muestran de nuevo un empate técnico entre los dos candidatos, aunque las primarias del Likud pueden haber dado un impulso al incombustible Netanyahu.
La prensa había previsto su victoria, pero no que fuera tan contundente y el viernes, los medios israelíes elogiaban su triunfo. "Gran momento para Netanyahu", decía el diario Yediot Aharonot.