Próximo presidente de EU será el más veterano en asumir | El Nuevo Siglo
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Jueves, 18 de Junio de 2020
Redacción internacional
Mientras que muchos países prefieren mandatarios jóvenes, la potencia del norte se decanta en esta campaña por la experiencia para afrontar uno de los momentos más álgidos de las últimas décadas 

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Entre los múltiples temas que son materia de debate en la campaña presidencial de los Estados Unidos, que se resolverá en noviembre próximo, está el de la, para algunos, avanzada edad de los candidatos a la primera magistratura.

De hecho con la edad que hoy tienen los aspirantes a la Casa Blanca es seguro que, gane quien gane, el próximo mandatario será el más veterano en asumir el cargo y le quitará el título a Ronald Reagan, quien asumió su segundo periodo a los 73. Esto porque el republicano y candidato-presidente Donald Trump tiene 74 años, en tanto que el candidato del partido Demócrata, Joe Biden, ya cuenta con 77 años.

No es un tema menor. Por el contrario, tiene muchas implicaciones en la política norteamericana. Por ejemplo, se asegura que sea quien sea la fórmula vicepresidencial de Biden, en caso de que este ganara su segunda a bordo (ya anunció que será una mujer) no solo debería estar lista para asumir el cargo en cualquier momento en caso de muerte del titular, sino que también debe tener un perfil muy alto, ya que en 2024 podría ser la carta de su partido para la Casa Blanca, pues se ve poco probable que el eventual mandatario aspire a la reelección.

Por otra parte, el presidente Trump hace de su vitalidad un arma de campaña frente a Biden. Es un tema clave, al punto que esta semana negó estar disminuido físicamente, luego de que se hiciera viral un vídeo en el que se le ve bajar una rampa de manera inestable, luego de presidir el acto de graduación de cadetes en la prestigiosa academia militar de West Point, cerca de Nueva York. El Presidente se apresuró a replicar en redes sociales que la rampa era muy angosta y le impedía caminar fluidamente.

Fenómeno recurrente

Más allá de esas circunstancias puntuales, lo cierto es que una revisión de la historia política mundial más reciente demuestra que la edad no ha sido un impedimento en el ejercicio del poder y es evidente que mandatarios, incluso mayores que los dos aspirantes hoy en EU, han tenido destacadas gestiones al frente de sus países.

Otro tema clave: el fenómeno de mandatarios que sobrepasan los 70 años de edad no se limita a dictadores de países en desarrollo o subdesarrollados, en donde los gobiernos autoritarios maniobran para aferrarse al poder. Por el contrario, las democracias más modernas y consolidadas han tenido y tienen mandatarios que superan en edad a los candidatos estadounidenses.

Entre los de rango dictatorial o autoritario saltan a la memoria nombres como los hermanos Fidel y Raúl Castro en Cuba, quienes estuvieron en el poder hasta los 82 y 87 años respectivamente; o el de Robert Mugabe, que gobernó Zimbawe hasta los 93. Cabe recordar que también en África gobernaron el etíope Girma wolde-Giorgis, entre los 77 y 86 años, y el destino de los tunecinos estuvo regido por Beji Caid desde que cumplió los 88 hasta los 93.

En Asia, a su turno, Mahathir bin Mohamad gobernó Malasia hasta los 95, el Emir de Kuwait ya ajusta 90, el rey Abdalá asumió el poder en Arabia Saudita a los 71, Shimon Peres dirigió Israel hasta los 81 y el rey de Tailandia, Bhumibol Adulyadej, gobernó hasta los 89 años de edad. En Malasia Abdul Halim fue coronado rey a los 84, el emperador Hirohito estuvo en el poder japonés hasta los 88 y su hijo Akihito gobernó en Japón hasta los 86. Finalmente Deng Xiaoping fue el máximo líder de la República Popular China hasta los 85 años.

América Latina no se escapa a este fenómeno, siendo Uruguay uno de los países en los que se presentan los presidentes más longevos. El expresidente Tabaré Vázquez asumió el poder a los 75, su predecesor José Mujica gobernó hasta los 79 años de edad, en tanto que Julio María Sanguinetti, de 83, aspiró nuevamente a primera magistratura el año pasado.

De otro lado, Michel Temer, asumió la presidencia del Brasil a los 75 años, el venezolano Rafael Caldera fue reelegido a los 78, Joaquín Balaguer gobernó República Dominicana hasta los 89 y Arthur Foulkes fue presidente de Bahamas de los 82 a los 86 años de edad.

Algo similar pasa en Europa. La Reina Isabel II es el ícono de los mandatarios que cuentan con mayor experiencia: la monarca, con 94 años de edad, es la más longeva de la realeza en el mundo y tras casi 7 décadas se mantiene incólume; por su parte, su esposo, el príncipe consorte Felipe de Edimburgo, ajustó los 99 la semana pasada.

Otros grandes mandatarios del viejo continente, responsables en su momento de la arquitectura institucional de sus países y de la estructura mundial actual, también fueron gobernantes mayores, como Konrad Adenauer, quien fue canciller de la República Federal Alemana desde sus 73 y hasta los 87 años; Charles de Gaulle dirigió el destino de Francia hasta los 79; y Winston Churchill fungió como Primer Ministro del Reino Unido hasta los 81 años.

Peso específico

Si bien muchos países prefieren mandatarios jóvenes, bajo el supuesto de que sus ejecutorias serán más dinámicas e innovadoras, como por ejemplo Francia con Macron, Trudeau en Canadá y Jacinda Ardern en Nueva Zelanda, no cabe duda de que la experiencia sigue siendo un factor de peso.

Es más, en la campaña estadounidense la experticia de Trump y Biden es abanderada en cada campaña como el principal activo para la reactivación nacional en la pospandemia, sobre todo en el campo económico. Es claro que habrá que tomar decisiones de fondo y se requiere un líder de peso específico político para ello. En ese orden de ideas es claro que más allá de la juventud con que asumieron en su momento mandatarios como Clinton u Obama, en estos momentos Estados Unidos apuesta por la madurez y la experiencia.