Médicos rusos hacen todo lo posible para "salvar la vida" del líder opositor Alexéi Navalni, ingresado en cuidados intensivos en un hospital de Siberia, víctima de un envenenamiento, según su entorno.
Navalni, uno de los críticos más duros del Kremlin, viajaba de Tomsk, en Siberia, a Moscú en un avión que tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia cuando el líder opositor empezó a sentirse enfermo.
La portavoz del activista, Kira Yarmysh, que viajaba con él, aseguró que había sido víctima de un "envenenamiento intencionado".
Navalni, abogado de 44 años y cuyas publicaciones sobre la corrupción de las élites rusas son muy leídas, ya ha sido víctima de varios ataques físicos.
Alemania y Francia ofrecieron "toda la ayuda médica" necesaria. La canciller alemana, Angela Merkel, se declaró "conmocionada" y el presidente francés, Emmanuel Macron, dijo sentirse "sumamente preocupado". Ambos pidieron "claridad" y transparencia", sobre su estado.
El médico tratante dijo que el estado del opositor era "estable" y señaló que era demasiado pronto para establecer lo ocurrido.