El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, decretó hoy la ley marcial tras la escalada de tensión con Rusia en el mar de Azov, frente a las costas de Crimea, uno de los principales focos de conflicto entre los dos países después de que Rusia se anexionara la península en 2014.
El decreto publicado por la presidencia y pendiente de la aprobación del Parlamento tiene una validez prevista de 60 días. Sin embargo, poco después Poroshkendo dijo en un discurso que estará en vigor desde el miércoles y recortará su duración a 30 días para que no interfiera con la campaña electoral y las elecciones presidenciales, reaccionando así a las acusaciones de la oposición de intentar retrasar los comicios previstos para marzo.
También Moscú criticó lo ocurrido como una maniobra de campaña electoral de cara a los comicios, ya que las encuestas sitúan a Poroshenko por detrás de la ex primera ministra Julia Timoshenko.
La embajadora estadounidense en la ONU, Nikki Halley, anunció una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para esta tarde, mientras el Consejo permanente de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) sesionó en Viena.
El trasfondo de la escalada de la tensión es la disputa con la vecina Rusia desencadenada el fin de semana cuando la guardia costera rusa impidió el acceso de la Marina ucraniana por el estrecho de Kerch, una estrecha vía marítima entre la disputada península de Crimea y tierra firme rusa que separa el mar Negro y el de Azov.
Un buque de la Marina rusa embistió a uno ucraniano y después las Fuerzas Armadas rusas interceptaron tres buques ucranianos. El enfrentamiento dejó tres ucranianos heridos según fuentes rusas y seis, según reportes ucranianos. El servicio secreto interno ruso FSB justificó el bloqueo del estrecho por una violación de sus fronteras, algo que Kiev negó.
Rusia volvió a abrir hoy al tráfico el estrecho, por el que los barcos pueden circular desde las 04:00 (local), señalaron medios rusos citando a las autoridades de Crimea.
El anuncio de Poroshenko, que exigió la puesta en libertad inmediata de los 23 marineros detenidos y la devolución de los barcos interceptados, calificando la actuación rusa de una violación del derecho internacional, llegó poco después de que Ucrania pusiera a su Ejército en máximo estado de alerta.
También el Consejo Nacional de Seguridad de Ucrania había recomendado decretar la ley marcial, informó el Ministerio de Defensa en Kiev. El Parlamento ucraniano se prepara para debatir la situación en una reunión de emergencia y tomará una decisión en las próximas 48 horas.
Por su parte, Moscú justificó sus acciones en respuesta a lo que consideró una "peligrosa provocación" de la Marina ucraniana y una violación de la soberanía rusa, dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Poco después, el Ministerio de Exteriores emitió una alerta a Ucrania asegurando que "frenará con firmeza cualquier intento de infringir su soberanía y seguridad" y acusó a Kiev, en coordinación con Estados Unidos y la Unión Europea, de querer provocar un conflicto con Rusia.
El ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov, pidió además los socios occidentales de Ucrania que intervengan para distender la situación, advirtiendo del peligro de que se llegue a "puntos de no retorno" entre Rusia y Occidente. "Quienes apoyan a Kiev en Occidente deben hacer razonar a todos los que sacan provecho político de la histeria bélica".
Desde Occidente llegaron las primeras reacciones de preocupación. La Alianza Atlántica y la Unión Europea (UE) manifestaron su apoyo a Ucrania. El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, expresó el "pleno apoyo a la integridad territorial y soberanía ucranianas, incluyendo sus derechos plenos de navegación en sus aguas internacionales bajo la ley internacional".
Por petición de Poroshenko, se convocó esta tarde una sesión extraordinaria de la comisión entre Ucrania y la OTAN para debatir la situación. Según fuentes de la Alianza se trata de un signo de apoyo simbólico, ya que la OTAN no podría entrar en el conflicto ya que Ucrania no forma parte de la misma.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, condenó el uso de la fuerza por parte de Rusia y pidió la liberación de barcos y marinos ucranianos, escribió en Twitter tras hablar también con Poroshenko.
Bruselas consideró inaceptable la escalada del conflicto y exigió la liberación de los marineros, así como la libre circulación por el estrecho de Kiev, dijo una portavoz de la responsable de Exteriores del a UE, Federica Mogherini, al tiempo que alertó a Ucrania de adoptar reacciones precipitadas.
Los embajadores de los países miembro se reunirán más tarde para debatir lo ocurrido, informaron fuentes diplomáticas.
El Gobierno alemán expresó su "gran preocupación" por la escalada y llamó a las dos partes a actuar con contención, al tiempo que el ministro de Exteriores, Heiko Maas, condenó directamente el bloqueo por parte de Rusia.
Francia también se mostró preocupada por la actuación de Rusia, que criticó directamente. "En vista de los hechos que conocemos en este momento, nada parece justificar el uso de la violencia", señaló el Ministerio de Exteriores en París, que también exigió la liberación de los marineros y de los barcos.
El Consejo de Europa -del que forman parte los dos países- alertó del peligro de que escale la situación. "Es de máxima importancia evitar cualquier escalada en la región", declaró su secretario general, Thorbjørn Jagland, que pidió que se respete el acuerdo entre Ucrania y Rusia que garantiza la libre circulación de barcos por el estrecho de Kerch desde 2004. Turquía también apeló a la libre circulación por ese estrecho, según un comunicado del Ministerio turco.
En Ucrania se vivieron hoy algunos incidentes, con violentas protestas ante las legaciones diplomáticas rusas en varios lugares del país. Ante el consulado de Járkov, en el este del país, 70 manifestantes lanzaron bengalas ante el edificio e intentaron prender neumáticos, informó la OSCE, que mantiene una misión de 760 observadores armados en todo el país. En la capital Kiev el automóvil de un diplomático ruso resultó dañado por el fuego y también se registraron incidentes en el consulado de Moscú en Odesa, donde protestaron unas 100 personas.