Perú: poder político ensimismado e inmovilizado

Domingo, 29 de Enero de 2023
El país ha tenido seis presidentes desde 2018, de derecha, de centro, de izquierda. El Congreso pareciera limitar su función a pelearse con el Ejecutivo

LA NACIÓN inca sigue entrampada en un marcado deterioro de su clase política, incapaz de dar respuestas y conectar con un país fracturado que ha visto morir a 48 personas en enfrentamientos directos desde el 7 de diciembre.

Aunque la rechazada propuesta de adelantar las elecciones generales para este año aún tiene una oportunidad con la reconsideración que se presentará hoy en el Congreso, algunos politólogos son escépticos de que se logren avances.

"Este es un Congreso tóxico: Es rechazado por 88 % de la población, según encuestas; es tildado por (la asociación civil) Proética como la institución más corrupta, es el Legislativo más desprestigiado de la región en el Latinobarómetro", recordó Alonso Cárdenas, de la London School of Economics.

"El Congreso, como casi toda la clase política del Perú, vive de espaldas al país, no lo comprende", añadió Roger Santa Cruz, de la universidad jesuita limeña Antonio Ruiz de Montoya.

La madrugada del sábado, tras más de siete horas de debate con reproches, el Parlamento rechazó la propuesta de Hernando Guerra García, del partido fujimorista Fuerza Popular (FP), para que las elecciones ya no fueran en abril de 2024, como se prevé, sino en octubre de este año, de manera que la presidenta y los parlamentarios se vayan en diciembre próximo.

La propuesta de Guerra García, de quien sus adversarios dicen que cumplía órdenes de la líder de FP, Keiko Fujimori, era a la vez una respuesta a la presidenta Dina Boluarte, quien instó el viernes en anticipar los comicios para salir del "atolladero".

Según Santa Cruz, las dudas de los rivales al fujimorismo son razonables: "Fuerza Popular tiene bases a lo largo y ancho del país. Tiene más capacidad para una campaña corta. Lo suyo es cálculo político", señaló.

Los partidos Renovación Popular y Avanza País, que comparten con el fujimorismo el espacio más a la derecha en el espectro ideológico del Congreso, se apartaron de su aliado y barrieron con el proyecto de Guerra García.

Razones "mediocres"

"La alianza que respalda a Boluarte se está resquebrajando", advirtió Cárdenas.

La hoy mandataria fue elegida vicepresidenta por el partido izquierdista Perú Libre, pero desde que sucedió el 7 de diciembre al destituido Pedro Castillo, su apoyo se basa en las bancadas conservadoras.

La izquierda también tiene su cuota de responsabilidad en esta falta de acuerdo político para salir de la crisis, porque condiciona su voto al adelanto de elecciones a un referéndum por una Asamblea Constituyente, posibilidad rechazada por amplios sectores del poder.

"La izquierda sabe que su propuesta no va a tener nunca apoyo de la derecha", señaló Cárdenas, para quien el tema se usa como pretexto para negociar beneficios menores.

"Son razones bastante mediocres (de parte y parte). No ideológicas, ni de modelo de país. Son temas como aferrarse a los cargos por unos meses más", añadió.

Los expertos también destacaron entre las debilidades del Congreso actual, el hecho de que esté fraccionado en más de diez fuerzas políticas, además de congresistas independientes, sin liderazgos fuertes ni personalidades que generen consenso.

Por eso, según Cárdenas y Santa Cruz, la eventual renuncia de Boluarte no necesariamente aliviaría tensiones porque no han surgido figuras de "personalidades democráticas, vinculadas a los derechos humanos, concertadores, con experiencia" como lo fue tras la salida de Alberto Fujimori (1990-2000) Valentín Paniagua o Francisco Sagasti en 2020 tras la caída del gobierno de Martín Vizcarra (2018-2020).

‘Congresos rebeldes’

Perú ha tenido seis presidentes desde 2018, de derecha, de centro, de izquierda. Un incendio al que la clase política aporta más fuego que agua y en el que el Congreso pareciera limitar su función a pelearse con el Ejecutivo.

Todo comenzó en 2016 con el presidente Pedro Pablo Kuczynski, que pese a ser de derecha, fue blanco de la bancada fujimorista hasta 2018, cuando consiguió destituirlo por haber derrotado a su líder, Keiko Fujimori.

Su reemplazo, Martín Vizcarra, corrió la misma suerte, y a su sucesor impuesto por el Congreso, Manuel Merino, lo sacó en 2020 una revuelta de cinco días en las calles de Lima.

La historia continuó con Castillo, quien libró una guerra contra el Congreso que acabó con su destitución, producida además después de que intentara cerrar al Legislativo y gobernar por decreto. Ahí empezó la historia de Boluarte.

En medio de la convulsión actual, más dura en el relegado sur andino, no hay garantía de que de las elecciones en 2023 o en 2024 salgan mejores autoridades, concluyeron ambos politólogos.

"La salida política está en una reforma política, pero esa reforma la tienen que hacer estos políticos", ironizó Cárdenas.

Tras la negativa del sábado en la madrugada, hoy se dará un segundo intento en el Congreso para adelantar las elecciones generales a este año, como lo pide la presidenta Dina Boluarte, intentando una salida a la grave crisis social y política que atraviesa el país desde hace siete semanas.

El Congreso, con 45 votos a favor, 65 en contra y dos abstenciones, rechazó la iniciativa del adelanto de elecciones presidenciales para octubre de 2023, inicialmente previstas para abril 2024.

"Con esta votación queda rechazada la propuesta de reforma constitucional para el adelanto de elecciones", cerró el presidente del Congreso, José Williams.



Al cierre de la sesión, con discusiones verbales entre congresistas rivales de fondo, el fujimorismo presentó una "reconsideración" de esta votación que será analizada hoy, aunque es muy difícil que se revierta el resultado.

Boluarte lamentó que el Congreso rechazara el adelanto de las elecciones para este año e instó a que se depongan intereses personales y partidistas para "allanar una salida a la crisis política".

"Lamentamos que el Congreso de la República no haya logrado ponerse de acuerdo para definir la fecha de las elecciones generales, donde peruanas y peruanos puedan elegir libre y democráticamente a las nuevas autoridades", escribió Boluarte en Twitter.

"Exhortamos a las bancadas a deponer sus intereses partidarios y colocar por encima los intereses del Perú", añadió la mandataria.

Boluarte, cuyos 50 días de gestión han estado marcados por protestas en su contra que dejan 47 civiles y un policía muertos en enfrentamientos, había pedido el viernes que las elecciones se programaran para diciembre de este año, una manera de salir más rápido del "atolladero" actual con escenas de bloqueos, escasez y violencia en diferentes regiones de Perú.

La cifra de víctimas mortales subió el sábado, tras la negativa parlamentaria, cuando un manifestante falleció en Lima, tras resultar herido en violentos enfrentamientos con la policía en las protestas que piden la renuncia de Boluarte.

"Lamentamos el fallecimiento de Víctor Santisteban Yacsavilca en las manifestaciones violentas", informó la Defensoría del Pueblo en su cuenta de Twitter.

Esta es la primera muerte por las protestas que ocurre en Lima. Precisamente, la semana pasada Boluarte había dicho en un recuento a la prensa extranjera que los grupos detrás de las protestas violentas "buscan una muerte en Lima".

"Dicen que una muerte en Lima vale por cien en la provincia", lamentó la mandataria el martes en el palacio de Gobierno.

Hasta ahora, las víctimas se han registrado sobre todo en Puno y otras regiones del sur del país, donde habitan comunidades quechuas y aymaras.

Redacción internacional