Perspectivas. Sequía revela pasado de la mafia en Las Vegas | El Nuevo Siglo
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Domingo, 10 de Julio de 2022
Redacción internacional con AFP

Cuando se decía que alguien estaba "durmiendo con los peces", nadie esperaba verlo nuevamente. Pero ni la mafia escapa al impacto del cambio climático.

Consecuencia del calentamiento global, el mayor embalse de Estados Unidos se seca poco a poco, comenzando a escupir los más oscuros secretos de Las Vegas, la llamada capital del pecado.

A pocos kilómetros de los majestuosos y vibrantes casinos de la Franja de Las Vegas, las aguas del Lago Mead retroceden dejando en evidencia los residuos de agitados fines de semana con botes y visitantes.

Pero en la orilla de este embalse otros restos han comenzado a emerger.

El esqueleto de un hombre que recibió un tiro en la cabeza y que fue lanzado al embalse dentro de un barril hace cuatro décadas apareció hace algunas semanas en el lugar llamando la atención de un específico grupo de personas.

"La mafia acostumbraba a poner a gente en barriles, para lanzarlos al embalse o en el campo", dice Geoff Schumacher, vicepresidente de exhibiciones y programas en el Museo de la Mafia, en Las Vegas.

"En segundo lugar, esta persona recibió un tiro en la cabeza, algo típico de la mafia. Y luego, sabemos que esto ocurrió en los años 1970 o comienzos de 1980, cuando la mafia era prominente en Las Vegas".

Oasis

Un improbable oasis de hoteles, casinos y vicio floreció en el desierto de Nevada en el siglo XX.

Las Vegas fue fundada en 1905, pero su población sólo creció cuando comenzaron las obras de la cercana represa Hoover.

La llegada de obreros para la construcción creó un mercado para el entretenimiento que fue llenado por trabajadores sexuales, artistas y apuestas.

Y en donde hay piel, casinos y alcohol, el crimen organizado no demora en llegar.

"La mafia jugó un gran rol en el desarrollo de Las Vegas entre los años 1940 y 1980", explica Schumacher.

"Había mucha actividad tras bastidores con la mafia controlando la administración de los casinos, pero también construyéndolos y expandiéndolos, usando en muchos casos dinero de los sindicatos".

Después de la Segunda Guerra Mundial, la ciudad capitalizó el boom que alimentó el sueño americano y se volvió la capital mundial del juego.

Y los mafiosos en ciudades distantes como Chicago, Cleveland o Nueva York querían su porcentaje de cada 100 dólares que un turista lanzaba en la ruleta mientras bebía alcohol gratis.

El desvío de dinero, que sin duda le costó millones de dólares a la ciudad en impuestos perdidos, era una espada con doble filo.

"También crearon esta especie de imagen mística sobre Las Vegas. La gente quería venir pensando 'quizás cuando me siente en un bar, habrá un mafioso a mi lado'", dijo Schumacher.



Pero no todo era glamour.

"En realidad todos estos tipos eran asesinos a sangre fría, eran ladrones. Si te cruzabas de alguna manera con la mafia, definitivamente habría consecuencias".

La policía de Las Vegas aún investiga el cuerpo encontrado en un barril en el Lago Mead, según informó a la AFP, por lo que ningún detalle fue revelado.

Pero Schumacher ha elucubrado algunas hipótesis.

Una opción, él cree, es que fuese Jay Vandermark, quien trabajaba en el hotel StarDust, que era controlado por Frank "Lefty" Rosenthal en representación de la mafia de Chicago.

Rosenthal, quien fue llevado a la gran pantalla por Robert DeNiro en la película "Casino", estaba desviando dinero a sus jefes, hasta que el esquema llamó la atención de las autoridades locales.

Vandermark desapareció poco después.

Otro candidato, especula Schumacher, es Harry Pappas, otro hombre vinculado a la mafia de Chicago y quien estaba a cargo de un bote que el hotel Stardust mantenía en el embalse formado luego de la construcción de la represa Hoover.

"Una de las ventajas adicionales para los grandes apostadores que visitaban Las Vegas, era que te llevaran a pasear al embalse en un bote.

"Antes de desaparecer, Pappas le dijo a su esposa que iba a almorzar con alguien interesado en comprar su bote. Nunca volvimos a ver a Harry Pappas".

Lago Mead ha perdido más de la mitad de su volumen y no muestra señales de recuperación, al tiempo que la acción humana continúa alterando los patrones climáticos.

Schumacher cree posible que nuevos secretos aparezcan en su cada vez más distante orilla.

"No sé si encontraremos otro cuerpo en un barril, pero creo que bien podría haber otra víctima de homicidio allí".

Se seca Hoover

Y más allá de estos hallazgos, lo que preocupa hoy a los lugareños del oeste de Estados unidos es que la represa Hoover, donde a diario el río Colorado vierte millones de litros de agua para generar energía va hacia un “punto muerto” por la dramática sequía que enfrenta.

"Entramos al vigésimo tercer año de sequía aquí en la cuenca del río Colorado y el lago Mead ha caído un 28%", explica Patti Aaron del Buró de Reciclaje, la agencia estadounidense que opera la represa.

"No hay tanta altura por lo que no hay mucha presión empujando el agua hacia las turbinas. Por ende, hay menos eficiencia y no podemos producir mucha electricidad".

La represa Hoover era un símbolo de esperanza e ingeniería en Estados Unidos. Su construcción comenzó en 1931, cuando el país se marchitaba durante la Gran Depresión. Miles de obreros trabajaron 24 horas al día para construir la que entonces se convertiría en la mayor hidroeléctrica del mundo.

La obra exigió el desvío del río Colorado, creando el lago Mead, el mayor embalse de Estados Unidos.

El nivel de agua llegó a alzarse a unos 365 metros sobre el del mar. Pero después de más de dos décadas de sequía, ahora está a unos 320, su punto más bajo desde que fue creado. Y continúa reduciéndose a una velocidad dramática: un pie (o 30 cm) por semana.

Si cae a 289 metros, las bocas de la represa quedarán expuestas y las turbinas pararán.

"Estamos trabajando muy duro para evitar que esto ocurra", dijo Aaron. "Dejar de producir electricidad o de enviar agua no son opciones".

El río Colorado nace en las Montañas Rocosas, en el sistema de cordilleras que se extiende en el occidente de Norteamérica, y serpentea a través de los estados Colorado, Utah, Arizona, Nevada, California y el norte de México, hasta desembocar en el Golfo de California.

Se alimenta del enorme manto de nieve que cae de las alturas, y que se derrite en los meses más cálidos.

Pero unas precipitaciones reducidas y el aumento de las temperaturas causado por el consumo incontrolado de combustibles fósiles han reducido el volumen de nieve que cae, y la poca que hay se derrite de forma más rápida.

En consecuencia, el río que suministra agua a millones de personas e incontables hectáreas de cultivos ha perdido su volumen.

Quienes navegan en el lago Mead, muchos de los cuales vienen de Las Vegas y ciudades vecinas, dicen que están colocando su grano de arena -o su gota de agua- para proteger el remanente.

Muestran sus jardines tolerantes a la sequía y cuanta agua se recicla en las ciudades del desierto.

"Pero hay agricultores en California que cultivan almendras para la exportación", dijo Kameron Wells, que vive en la cercana Henderson, Nevada.

En el sur de California también los habitantes se han quejado sobre el destino de sus exuberantes céspedes desde que se les ordenó limitar el riego en el exterior a uno o dos días a la semana al comienzo del verano.

Pero allí, al igual que en la periferia desértica de Las Vegas, abundan las nuevas construcciones, con enormes casas, además de docenas campos de golf cuyo verde vibrante marca, visto desde el aire, un paisaje que de otro modo, sería ocre.