La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas inglés) publicó un informe con un listado de países que considera que viven situaciones políticas, económicas y climáticas que ponen en riesgo la alimentación de sus poblaciones.
Dentro del grupo de países mencionados en el documento se encuentran seis naciones latinoamericanas: Venezuela y Haití son calificados por la FAO como países con alto riesgo de sufrir inseguridad alimentaria, uno de los principales problemas que las Naciones Unidas considera se deben superar a nivel global antes del año 2030.
Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua, son los otros cuatro países latinoamericanos mencionados en el informe, aunque se encuentran en un nivel de alerta menor al de Haití y Venezuela y son catalogados como “en observación”.
El riesgo de inseguridad alimentaria en un país se traduce en la posibilidad de que sus poblaciones sufran hambre debido a la incapacidad de sus estados de desarrollar sus sistemas agrícolas y de garantizar que la comida llegue, en especial, a los más vulnerables como los niños menores de un año.
Venezuela y Haití en alto riesgo por sus condiciones sociales
La FAO calificó las condiciones de Venezuela y Haití como de alto riesgo para los sectores que garantizan la alimentación de sus poblaciones, en especial el agropecuario y el de comercio.
El informe menciona que Venezuela experimenta una severa y prolongada crisis económica que enfrenta una hiperinflación desde noviembre de 2016. Detalla que de acuerdo al Fondo Monetario Internacional (FMI) el Producto Interno Bruto (PIB) caerá en 2019 hasta alcanzar una reducción acumulada en su crecimiento del 50%.
“Esto se debe principalmente a la caída en picada de la producción de petróleo y al empeoramiento de las condiciones en el sector no petrolero”, indicó el informe.
Para la FAO la población venezolana ha sufrido por el colapso de los salarios y del valor de la moneda local; la escasez de alimentos, medicamentos y suministros básicos, y el deterioro de los servicios de salud, la educación y la infraestructura.
“La prevalencia de la subnutrición está aumentando. Los porcentajes de personas subnutridas en el país se ha triplicado: del 3,6% en 2013 al 11,7 por ciento en 2017 (casi 3,7 millones de personas)”, mencionó la FAO.
Otro de los datos que evidencian el alto riesgo que tiene la población venezolana es que el 80% de los hogares en el país no puede garantizar tener una adecuada alimentación y que el 90% recibe un ingreso que es insuficiente para comprar comida. “El país ha perdido 3,5 años de esperanza de vida al nacer”, indicó la FAO.
Al referirse a la situación de Haití, la organización mencionó que el país al igual que Venezuela se encuentra en alto riesgo. Detalla que tiene una temporada de cultivo desfavorable sumado a una alta inflación que ha provocado un aumento de los niveles de inseguridad alimentaria.
El fenómeno de El Niño en 2018 disminuyó el promedio de lluvias lo que afectó a cultivos de cereales y fríjoles en Haití. La moneda local, además, se ha devaluado, lo que ha ocasionado un encarecimiento de las importaciones de comida, según el informe.
“El país está experimentando una compleja crisis económica. Los funcionarios públicos no están recibiendo su salario completo, se han dado aumentos en los precios de los alimentos y los combustibles, y la inflación creció a alrededor de un 16% para los bienes básicos a principios de 2019”, mencionó la FAO.
La organización detalló que la crisis económica ha causado protestas que a su vez ocasionan bloqueos a vías que impiden el paso de alimentos desde República Dominicana de los que depende en gran medida su población.
“La situación política en el país sigue siendo inestable. Es probable que la combinación de dificultades económicas, incertidumbre política e inseguridad alimentaria resulte en necesidades humanitarias persistentes en los próximos meses”, describió la agencia de las Naciones Unidas.
Los países del ‘corredor seco de Centroamérica’
La FAO define como ‘bajo observación’ a cuatro países centroamericanos que considera viven condiciones que de no tratarse podrían poner en riesgo la alimentación de sus poblaciones en situaciones similares a las que viven Venezuela y Haití.
Las naciones centroamericanas que se encuentran bajo observación son Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Honduras sobre los que la FAO asegura que debido a la sequía de sus territorios se encuentran en el “corredor seco de Centroamérica”.
Para la FAO la situación de seguridad alimentaria en los cuatro países “es cada vez más frágil”. La organización describe que las pérdidas causadas por la sequía y los daños a la producción durante 2018 “no han permitido a los hogares de agricultores de subsistencia asegurar reservas de alimentos adecuadas”.
“Se estima que esto dará como resultado un inicio temprano de la temporada de escasez, en marzo en lugar de mayo, en ciertas localidades”, mencionó la organización.
La FAO pide prestar especial atención en Guatemala donde se considera que la situación de seguridad alimentaria es la más grave de la región.
“Las pérdidas de más del 50% de los cultivos de maíz y frijol destinados al consumo doméstico han obligado a las familias a depender de los mercados antes de lo habitual, lo que provocó un inicio temprano de la temporada de escasez”, mencionó la entidad.
La agencia de la ONU les pide a los cuatro países centroamericanos que implementen estrategias para hacer un mejor uso del agua en el manejo de los cultivos así evitar poner en un riesgo mayor la alimentación de sus poblaciones.
La ONU identificó en todo el mundo con alto riesgo en términos de seguridad alimentaria, además de Haití y Venezuela, a Yemen, Sudán del Sur, Sudán, Zimbabue, Camerún, Burkina Faso, Afganistán y Nigeria.