Los incendios en el extremo norte de Canadá cobraban fuerza este sábado incentivados por el viento y las altas temperaturas, obligando a una evacuación total de otra ciudad de los Territorios del Noroeste.
La amenaza a Hay River, una ciudad de unos 4.000 habitantes, era tan grande que incluso los bomberos y trabajadores esenciales recibieron la orden de abandonar el lugar, dijeron las autoridades.
El gobierno local ordenó a todos los que aún se encontraban en la ciudad que se dirigieran al aeropuerto local y esperaran instrucciones.
"Cualquiera que permanezca en Hay River lo hace bajo su propio riesgo. No habrá servicios de emergencia ni respuesta disponibles", advirtieron las autoridades en un comunicado.
En este momento, alrededor de dos tercios de toda la población de los Territorios del Noroeste -una zona vasta pero poco poblada- ha sido evacuada a provincias vecinas, a veces a 2.000 kilómetros de distancia.
"Los vientos extremos del suroeste han empujado el incendio hacia la ciudad a lo largo de la carretera, obligando a las tripulaciones y aviones a retirarse y reagruparse a una distancia segura", dijo Shane Thompson, ministro de Medio Ambiente de la región, calificando la situación de "muy grave".
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Los bomberos están combatiendo un muro de llamas de varios kilómetros de largo, dijeron las autoridades.
Canadá está sufriendo la peor temporada de incendios forestales registrada en su historia, y gran parte del país se ha visto afectado por altas temperaturas y una grave sequía.
Actualmente se ha quemado un total de 15 millones de hectáreas, una superficie mayor que Grecia. Esto es más del doble del récord anterior, cuando la temporada de incendios forestales de 2023 aún no ha terminado.
En total, 200.000 personas han sido evacuadas y cuatro personas han muerto.
Los expertos dicen que el calentamiento global ha agravado las condiciones que favorecen los incendios forestales.