UNA misión técnica de la Organización de Estados Americanos (OEA) inició la auditoría de las cuestionadas elecciones en Bolivia, que dieron un nuevo mandato al presidente Evo Morales, mientras las protestas opositoras se mantienen y en desarrollo de las cuales dos personas murieron y varias resultaron heridas el miércoles en zona rural de Santa Cruz.
"El día de hoy inicia esta auditoría, se tiene previsto desarrollar en un tiempo aproximado de dos semanas", dijo el canciller Diego Pary acompañado del jefe de la misión, Arturo Espinoza, quien expresó que el grupo hará "un trabajo eminentemente técnico y profesional".
La revisión de las elecciones del 20 de octubre fue acordada entre el gobierno boliviano y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, pero la oposición la califica de inconsulta y exige la anulación de la votación.
La misión la integran 30 personas, algunas de las cuales irán "llegando en los próximos días y las próximas horas", dijo Pary.
La auditoría se hará en medio de protestas y choques en las calles entre oficialistas y opositores por la cuestionada reelección de Morales, que han dejado dos muertos y más de 130 heridos.
Ambos bandos se culpan mutuamente por la violencia desatada al día siguiente de los comicios.
El rival de Morales, el expresidente Carlos Mesa (2003-2005), declaró el jueves que "esta movilización debe continuar" hasta doblegar al mandatario izquierdista, pero pidió a sus seguidores tomar más resguardos tras las muertes, el miércoles en la noche, de dos manifestantes opositores en un pueblo cercano a la ciudad oriental de Santa Cruz, bastión opositor.
Por su parte el presidente Morales reiteró que la violencia en Bolivia que la violencia es provocada por la oposición, que "ha fracasado" en su "intento de golpe de Estado".
"Lamento mucho lo que pasó en Montero", dijo Morales en un acto público, en referencia a los dos muertos a balazos y seis heridos en choques entre leales y opositores el miércoles por la noche, en este poblado cercano a la ciudad oriental de Santa Cruz, bastión de la oposición.
Los actos de violencia surgieron "desde que ganamos las elecciones", señaló Morales, y agregó que los opositores no aceptan que haya accedido a un cuarto mandato consecutivo tras los comicios del 20 de octubre.
Morales, en el poder desde 2006, también dijo que el supuesto intento de "golpe de Estado" de la oposición "ha fracasado", por el apoyo que ha recibido de parte de mineros, campesinos y otros trabajadores oficialistas que marcharon días atrás por las calles de La Paz.
El presidente izquierdista insistió en que manifestantes opositores pretendían cercar la llamada "Casa Grande del Pueblo", una torre de oficinas donde tiene su despacho, a lado del viejo Palacio de Gobierno en la Plaza de Armas de esa ciudad boliviana.
"El primer golpe de Estado ha fracasado, gracias al pueblo paceño y al pueblo boliviano", señaló el gobernante, quien dijo sin embargo que los opositores seguirán protestando.
Los hechos de violencia también han tenido lugar en Cochabamba (centro) y La Paz, con reiterados choques callejeros entre leales y adversarios de Morales. En otras ciudades hay paros y bloqueos, como en Sucre (sureste) y Potosí (suroeste)./Redacción internacional con AFP