No reversaré el resultado del referendo del brexit: May | El Nuevo Siglo
Anadolu
Viernes, 21 de Septiembre de 2018
Agencia Anadolu

A poco más de seis meses de que Reino Unido salga de la Unión Europea, la incertidumbre es alta, pues los términos de una nueva relación entre las dos partes aún están en proceso de negociación.

Las conversaciones entre los líderes de la UE y la primera ministra británica Theresa May para llegar a un acuerdo han tenido varios altibajos desde que el Reino Unido dio inicio a un proceso de divorcio del bloque en marzo de 2017, pero ninguno de los lados estuvo completamente satisfecho con el progreso.

May, que está dispuesta a llegar a un acuerdo con los líderes de la UE antes de que finalice este año, ha sido acusada de hacer demasiadas concesiones a los negociadores europeos, no solo por aquellos que votaron a favor de abandonar el bloque, sino también por algunos miembros de su gabinete, que también están descontentos con la última propuesta británica que recibió el nombre de Chequers, como se conoce la casa de retiro del primer ministro del país en funciones.

El plan Chequers causó revuelo inmediato en el gabinete de May y provocó la renuncia de dos funcionarios clave: el Secretario de Asuntos Exteriores Boris Johnson y el Secretario del brexit, David Davis. Entre tanto, en la Cámara de los Comunes, aumenta el número de parlamentarios conservadores que se oponen a la propuesta para adoptar un reglamento común con la UE como parte del plan Chequers.

Cumbre de Salzburgo

El plan Chequers de May alcanzó otro punto bajo esta semana cuando fue rechazado abiertamente por funcionarios de la UE y líderes de algunos países miembros en una cumbre informal en Salzburgo, Austria.

May aseguró en la cumbre que el Reino Unido no retrasaría el brexit ni celebraría un segundo referendo y pidió a la UE que sea más flexible en las conversaciones futuras sobre su plan, el cual fue presentado por primera vez a la UE.

La líder subrayó que Gran Bretaña no aceptaría ninguna extensión para las negociaciones y que se debería llegar a un acuerdo o que el Reino Unido abandonaria la UE sin uno el 29 de marzo de 2019.

En una acalorada rueda de prensa, May manifestó que hay una “disposición para un acuerdo” por parte de Reino Unido, pero “que nadie tenga dudas de que nos estamos preparando para ningún acuerdo”.

Tanto el Reino Unido como la UE desearían que se firmara un acuerdo antes de fin de año, ya que dejaría probablemente el tiempo justo para que éste sea ratificado en la Cámara de los Comunes y por los parlamentos de los 27 países miembros del bloque antes de la fecha de salida.

“Todos reconocemos que el tiempo es corto, pero demorar o extender estas negociaciones no es una opción”, sostuvo May ante los líderes de la UE en Salzburgo.

“Sé que, para muchos de ustedes, el brexit no es algo que quieran. Pero es importante ser claros: no habrá un segundo referéndum en el Reino Unido.

"El público ha emitido su veredicto, y yo como primera ministra lo cumpliré: Reino Unido se irá el 29 de marzo del próximo año... Creo que he presentado propuestas serias y viables. Por supuesto, no acordaremos todos los detalles, pero con suerte responderán de la misma manera”.

En otra rueda de prensa, realizada este viernes desde Downing Street, May criticó el rechazo de la Unión Europea al plan Chequers: “No es aceptable rechazar simplemente las propuestas de la otra parte sin una explicación detallada y sin contrapropuestas”.

“No reversaré el resultado del referendo ni separaré a mi país”, agregó May. “Necesitamos un compromiso serio para resolver los dos principales problemas de las negociaciones y estamos listos para ello”.

Frontera irlandesa

La frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte se convertirá en la única frontera terrestre entre el Reino Unido y la UE después del brexit.

Desde el Acuerdo de Belfast de 1998, se estableció una frontera invisible entre las dos partes.

Pero debido a temas sensibles en la región, a nadie le gustaría ver una frontera dura allí con puestos de control y funcionarios de aduanas, y se debe encontrar una solución que funcione para Reino Unido, la UE, Irlanda e Irlanda del Norte, todos los cuales prefieren el status quo.

La propuesta de May bajo su plan Chequers es adoptar un reglamento común para bienes y servicios y mantener los estándares dentro del Reino Unido iguales a los de la UE para que el comercio no se vea afectado y no requiera ningún control en la frontera.

Bajo presión

Ahora que la cumbre de Salzburgo ha finalizado sin el apoyo por parte del bloque al plan Chequers, se espera que los negociadores trabajen en un acuerdo que sea aceptable tanto para el Reino Unido como para la UE.

En el país, la ya fuerte presión sobre May continuará creciendo mientras defiende el Libro Blanco sobre el brexit del gobierno en la Conferencia del Partido Conservador del 30 de septiembre al 3 de octubre.

Sin duda, su equipo de Brexit volverá a evaluar el plan Chequers para encontrar soluciones a los puntos problemáticos. Pero no está claro si puede hacer más concesiones a las demandas de la UE, especialmente a su insistencia de que se acepte un plan “de respaldo”, que entraría en juego si todas las opciones fracasaran pero que muchos creen, dañaría la integridad de Reino Unido ya que apunta a mantener Irlanda del Norte en la unión aduanera según las normas de la UE.

Un acuerdo de brexit aún podría estar al alcance con más flexibilidad de todas las partes, en lo que May describió como “tácticas de negociación”, y la próxima oportunidad para lograrlo será en la Cumbre del Consejo Europeo en octubre.

Si se puede progresar allí, la UE convocará una cumbre de emergencia sobre el brexit en noviembre. De lo contrario, se presentará un escenario “sin trato” a fines de marzo próximo.