El papa Francisco insistió este viernes en su tradicional mensaje de Navidad en "la necesidad de fraternidad" en el mundo, en estos tiempos de pandemia.
"En este momento de la historia, marcado por la crisis ecológica y por los graves desequilibrios económicos y sociales, agravados por la pandemia del coronavirus, necesitamos más que nunca la fraternidad", declaró el pontífice argentino.
Llamó a una fraternidad concreta, más allá de la familia, la etnia, la religión, la lengua o la cultura. "Y esto es válido también para las relaciones entre los pueblos y las naciones", insistió Jorge Bergoglio.
Este llamado a la solidaridad se aplica "especialmente con las personas más frágiles, los enfermos y todos aquellos que en este momento se encuentran sin trabajo o en graves dificultades por las consecuencias económicas de la pandemia, así como con las mujeres que en estos meses de confinamiento han sufrido violencia doméstica".
El sueño de fraternidad ante las desigualdades socio-económicas, frecuentemente opuesto al "dogma neoliberal", ha constituido un tema clave en los casi ocho años del pontificado de Francisco. Y, ha estado presente sobre todo en sus discursos desde el comienzo de la pandemia de covid-19, en particular con la publicación, en octubre pasado, de un extenso alegato en este sentido, la encíclica "Fratelli tutti" (Todos Hermanos).
Finalmente, el papa se refirió a sus reflexiones sobre los difíciles reencuentros familiares, para él una ocasión para magnificar su importancia.
"Mi pensamiento se dirige en este momento a las familias: a las que no pueden reunirse hoy, así como a las que se ven obligadas a quedarse en casa", confió ya en las últimas frases de su mensaje.
"Que la Navidad sea para todos una oportunidad para redescubrir la familia como cuna de vida y de fe; un lugar de amor que acoge, de diálogo, de perdón, de solidaridad fraterna y de alegría compartida, fuente de paz para toda la humanidad", añadió, antes de finalizar deseando "a todos, ¡Feliz Navidad!".