Una niña guatemalteca de siete años murió por deshidratación mientras estaba bajo custodia de la policía fronteriza de Estados Unidos, según informó el diario de ese país The Washigton Post.
La menor viajaba con su padre en un grupo de 163 migrantes que se entregaron a las autoridades el pasado 6 de diciembre. Las personas transitaban por Lordsburg, Nuevo México, una zona desértica al oeste de El Paso (Texas) que puede llegar a cero grados por la noche.
El diario estadounidense citó un informe de la policía que indica que, que la niña no habría comido ni bebido nada durante días, comenzó a sentir mareos ocho horas después de que la detuvieran junto con su padre. Cuando llegaron a urgencias ya tenía una fiebre de más de 40 grados.
La niña fue trasladada en helicóptero desde Lordsburg hasta un centro médico de El Paso. Entró en paro cardiaco, “fue revivida” pero “no se recuperó y murió en el hospital menos de 24 horas después de su traslado”, explica el documento al que tuvo acceso The Washington Post.
Ante la muerte de la menor, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) inició una investigación para asegurarse de que se siguieron todos los protocolos