Más de 476 millones de indígenas en todo el mundo han sido afectados por el Covid-19. Así lo afirmó la Organización de Naciones Unidas (ONU), con ocasión del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se celebra cada 9 de agosto.
El organismo mundial recordó que ya antes de la emergencia global las comunidades indígenas carecían de servicios básicos y “sufrían desigualdad, estigmatización y discriminación”, por lo que su titular, António Guterres, hizo un llamado a “atender sus necesidades y respetar sus derechos inalienables, que implican la inclusión y el acceso a la salud”.
“A lo largo de la historia, los pueblos indígenas han sido diezmados por enfermedades traídas de otros lugares, frente a las que no tenían inmunidad”, recordó el secretario, quien subrayó la precariedad en la que viven esas comunidades en la actualidad.
La ciencia ha demostrado que existe un vínculo entre el daño al medioambiente y las emergencias sanitarias y que los indígenas también lo han notado desde tiempos ancestrales, destacó el organismo.
“Gracias a sus conocimientos… saben desde hace mucho tiempo que la degradación de la naturaleza tiene el potencial de desencadenar enfermedades”, indicó la ONU.
Los pueblos indígenas poseen una fuente de conocimientos que podrían ayudar a reequilibrar la relación de los seres humanos con la naturaleza. Sin embargo, la mayor parte de ellos carece de acceso a servicios básicos como la salud, el agua y el saneamiento, lo que los hace más vulnerables.
Gutérres también recordó que los indígenas trabajan principalmente en oficios tradicionales o en la informalidad y lamentó que las mujeres vean limitado su acceso a actividades económicas, ya que no pueden comerciar sus artesanías o productos agrícolas.
“Las amenazas y la violencia han sido una constante de la historia moderna para los pueblos indígenas, que son despojados de sus tierras y recursos y, en ocasiones, asesinados cuando defienden sus derechos”, añadió.