‘Millennial’, generación más desilusionada con la democracia | El Nuevo Siglo
Según el informe de la Universidad Cambridge, ésta es la primera generación que, entre 20 y 30 años, está mayoritariamente insatisfecha con la democracia.
Lunes, 23 de Noviembre de 2020
Redacción internacional

Según un informe del Centro para el Futuro de la Democracia, de la Universidad de Cambridge, la satisfacción de las personas de entre 18 y 34 años con los regímenes democráticos está en un declive muy pronunciado, en comparación con otras generaciones cuando estaban en ese rango de edad.



Y ello, precisamente, hace que los jóvenes de hoy sean más proclives a aceptar liderazgos populistas. Así mismo su confianza en la política democrática es menor que la de cualquier otro grupo de edad en la actualidad.

Aún más complicado resulta que los autores de la investigación aseguran que los jóvenes son más positivos sobre la democracia cuando los sistemas están bajo la batuta de líderes populistas, así sean de izquierda o derecha, y pese a sus críticas, tienen una marcada tendencia emocional que los hace ver a sus contradictores políticos como personas con principios moralmente reprobables y como enemigos que defienden ideas “peligrosas” que hay que vencer a como dé lugar.

Las conclusiones del informe se basan en un amplio conjunto de datos globales sobre legitimidad democrática que los expertos de la Universidad de Cambridge recogieron entre cerca de cinco millones de encuestados en más de 160 países y durante un periodo de tiempo comprendido entre 1973 y 2020.

Según el doctor Roberto Foa, autor principal del informe del Departamento de Política y Estudios Internacionales de la Universidad Cambridge, la actual es la primera generación que, entre 20 y 30 años, está mayoritariamente insatisfecha con la forma en que funciona la democracia. Asegura que, a mediados de los treinta, “el 55% de los millennials globales dicen que están insatisfechos con la democracia, mientras que menos de la mitad de la ‘Generación X’ sentía lo mismo a esa edad”.

Por su parte, la mayoría de los ‘baby boomers’ (nacidos durante la explosión de la natalidad posterior a la Segunda Guerra Mundial, entre 1946 y 1965), ahora en sus sesenta y setenta años, continúan reportando niveles altos de satisfacción con la democracia como sistema político, al igual que la generación de entreguerras anterior a ésta.



El informe asegura que, por ejemplo, en estados como el Reino Unido en el año 1973, el 54% de los jóvenes de 30 años, pertenecientes a la generación de entreguerras, informaron estar satisfechos con la democracia británica. Y lo estaban aún más los ‘baby boomers’, quienes con el 57%, se sintieron satisfechos al cumplir 30, una década después.

Finalmente, el 62% de los encuestados perteneciente a la Generación X dijo estar satisfecho son su sistema de gobierno al alcanzar la edad de referencia en las décadas de 1990 y 2000.

Sin embargo, actualmente entre los millennials del Reino Unido que cumplieron 30 años durante la última década, tan sólo el 48% se sintió satisfecho con la democracia y aseguraron que ese modelo político no respondía a sus expectativas y lo veían como un sistema que perpetuaba situaciones que quisieran cambiar.

La situación no deja de ser llamativa e incluso preocupante si se considera que las pocas señales de la positividad que demostraron los millennials hacia la democracia coincide con el aumento de la ascensión de regímenes populistas en Europa durante los últimos cinco años. Tal es el caso de países como Polonia, Hungría, la República Checa y Eslovaquia, entre otros.

Aceptación de líderes populistas

El informe asegura que se detectó un aumento promedio de 16 puntos porcentuales en la satisfacción con la democracia entre los votantes menores de 35 años durante los dos primeros años de líderes populistas, mientras que no se observó un aumento comparable cuando los políticos más moderados derrotaron a los que representaban ideas más extremas y apelaban a propuestas populistas para conseguir aceptación entre los ciudadanos.

Los investigadores agregan que “ya sea el ascenso de la izquierda Syriza y Podemos en Grecia y España, o la derecha populista de Viktor Orbán de Hungría y el partido Ley y Justicia de Polonia, todos impulsaron las actitudes a favor de la democracia entre los millennials”.



Según el informe, el populismo se alimenta de la división y “muchos millennials en las democracias desarrolladas de hoy ven a los que se encuentran en lados opuestos de la división política… con una cosmovisión más maniquea” que puede exacerbar conflictos y debilitar el tejido de las ya polarizadas sociedades modernas.

A nivel mundial, cuando los primeros millennials comenzaron la universidad a principios de siglo, la satisfacción con la democracia fue mayor que en la generación de sus padres. Cayó drásticamente después de la crisis financiera de 2008, y los millennials perdieron la fe con más fuerza y rapidez que las generaciones anteriores.

Foa señala que el 63% “de los millennials estadounidenses estaba satisfecho con la democracia estadounidense en sus 20 años”, pero a mediados de sus 30 esta complacencia había caído a la mitad. Esta realidad contrasta con los datos de generaciones anteriores, según los cuales el “74% de los ‘baby boomers’ estaba satisfecho con la democracia a mediados de sus 30 y el 68% permanecido así durante toda su vida”.

La situación ha cambiado tanto que, de hecho, la idea de que las ideas radicales que suelen tener los jóvenes se suavizan con el paso de los años, no parece aplicar a los millennials quienes “se han ido sintiendo cada vez menos satisfechos con la democracia a medida que avanzaban en la vida”.

Los investigadores sostienen que este fenómeno se explicaría en las democracias desarrolladas, porque este grupo asocia fenómenos como la exclusión económica, el desempleo juvenil y la desigualdad a la prevalencia de este sistema de gobierno.

Este supuesto parecería comprobarse al evidenciar que, en aquellos países con menores brechas económicas, como Islandia o Austria, la aceptación de la democracia suele ser mayor, mientras que en países desiguales existen altos niveles de satisfacción y van en aumento.

Democracias emergentes

En las democracias emergentes de América Latina, África y el sur de Europa, el equipo de la universidad de Cambridge afirma que entre los millennials se presentan marcadas caídas en la satisfacción hacia la democracia a medida que las generaciones alcanzan la mayoría de edad, pues al no tener un recuerdo de dictaduras anteriores luchan por la libertad política que consideran les es coartada por los gobiernos democráticos actuales.



Sobre este particular Foa asegura que "en todo el mundo, vemos una brecha cada vez mayor entre los jóvenes y las generaciones mayores sobre cómo perciben el funcionamiento de la democracia" y agrega que “esta desconexión… (es) el resultado de que las democracias no lograron obtener resultados importantes para los jóvenes en las últimas décadas” en temas que consideran importantes como el cambio climático.

La polarización que revelan estas cifras y evidencia el informe se comprueba al constatar que, según la investigación, “en las democracias occidentales (Alemania y Suecia), el 41% de los millennials está de acuerdo en que se puede saber si una persona es buena o mala si se conoce su (ideología) política", en comparación con el 30% de los votantes mayores de 35 años, quienes no comparten ese juicio.

Así las cosas, el informe concluye que "la prevalencia de actitudes polarizantes entre los millennials puede significar que las democracias avanzadas siguen siendo un terreno fértil para la política populista" y en los líderes de este corte está el impulsar el renacimiento de la democracia, en lugar de fomentar su declive.