La velocidad de propagación del Covid 19 es un factor que obligó a diferentes gobiernos alrededor del mundo a ordenar la medida drástica del confinamiento, con el objetivo de salvar vidas y limitar el margen de acción de la pandemia.
El confinamiento de India, que entró en vigor ayer por las autoridades, eleva a más de 2.600 millones el número de personas que se confinan en casa para luchar contra la propagación del Covid 19, según un recuento realizado este martes a partir de una base de datos de la AFP.
Por otro lado, la pandemia del nuevo coronavirus está ganando terreno en África, donde Senegal, Costa de Marfil, Sierra Leona y la República Democrática del Congo decretaron el Estado de Emergencia, mientras Sudáfrica se prepara para el confinamiento.
La mayoría de los países concernidos, decretaron un confinamiento obligatorio, como India, Reino Unido, Francia, Italia, Argentina o Colombia. Los otros aplicaron toques de queda, cuarentenas o se conformaron con recomendaciones a los habitantes. Un tercio de la población mundial quedará bajo órdenes de confinamiento debido a la pandemia de coronavirus que ya mató a unas 17.000 personas.
A medida que el nuevo coronavirus se expande, otros países van sumando órdenes de cuarentena, aislamiento o toque de queda; este martes, fue el primer ministro indio Narendra Modi, quien ordenó el confinamiento total de 1.300 millones de habitantes en ese país, durante tres semanas.
“A partir de ayer, todo el país está confinado. Para salvar a India, para salvar a cada ciudadano, a ustedes, a sus familias”, dijo el Jefe del Gobierno indio en un discurso televisado.
La decisión del Gobierno del segundo país más poblado del planeta eleva a 2.600 millones el número de personas que están sujetas a órdenes más o menos estrictas de confinamiento, es decir, uno de cada tres seres humanos. Las medidas de confinamiento dejaron, por ejemplo, al 95% de los niños en Latinoamérica y el Caribe (unos 154 millones) sin escuela.
China flexibiliza medidas
Pero, mientras gran parte de la humanidad era instada a quedarse en casa, China (origen de la pandemia y precursora de poner en cuarentena a decenas de millones) se dispone a levantar parte de las restricciones.
A partir de hoy, los habitantes sanos de la provincia central de Hubei podrán moverse libremente. Pero los de Wuhan, ciudad origen de la pandemia y aislada desde finales de enero, deberán esperar hasta el 8 de abril.
El martes, China registró 78 nuevas muertes por el coronavirus, pero son casi exclusivamente de personas llegadas del extranjero. “Espero con impaciencia la libertad”, dijo un residente a la AFP, subrayando que tras dos meses de confinamiento “la gente está bajo una inmensa presión”.
En total, la pandemia ya ha matado a 16.961 personas en el mundo desde diciembre y el número de contagios oficialmente registrados llega a 386.350 en 175 países y territorios, según cifras de la AFP.
El número de casos reales puede ser mucho mayor, ya que en la mayoría de países sólo se realizan pruebas de diagnóstico a los pacientes más graves.
Esperanza en Italia
La pandemia se está “acelerando”, advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS) y llamó a los gobiernos a multiplicar las cuarentenas para evitar que sus sistemas sanitarios estallen. Ayer, también se sumaron al encierro obligatorio 66 millones de británicos.
“No deben encontrarse con amigos, si les piden que salgan deben decir que no”, insistió el primer ministro Boris Johnson, en un solemne mensaje televisado.
En un país receloso de sus libertades civiles, solo se podrá salir de casa para hacer compras, un poco de ejercicio físico o ir al trabajo si es “absolutamente necesario”. Solo o de a dos.
Tienen, sin embargo, más suerte que en España donde cualquier actividad deportiva exterior puede ser sancionada con multas.
Solo el lunes, el día más mortífero desde el comienzo de la pandemia, fallecieron en España 514 personas, elevando el balance de víctimas hasta los 2.696 muertos, según las cifras divulgadas el martes.
Muestra del caos reinante, el Ejército español fue el encargado de intervenir en las residencias de ancianos tras descubrirse cadáveres en estos establecimientos, además de ancianos abandonados.
España es el segundo país más castigado de Europa por detrás de Italia, donde dos días consecutivos de reducción en el número diario de muertos daba la tímida esperanza de una tendencia positiva y la confirmación que quedándose en casa se puede vencer al virus.
Sanciones
Irán, otro de los países más afectados, anunció 122 nuevas muertes, lo que lleva el balance oficial total a 1.934 fallecidos.
En este contexto, la alta comisionada de la ONU para Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, llamó desde Ginebra a flexibilizar o suspender las sanciones impuestas a este país y otros como Corea del Norte, Cuba o Venezuela.
En Cuba se decidió aislar a partir de ayer, en hoteles a unos 32.000 visitantes extranjeros, para impedir contagios, mientras aguardan vuelos de retorno a sus países.
Cada gobierno busca estrategias, así Paraguay anunció que garantizará las provisiones de hidroxicloroquina, un medicamento que podría ser efectivo contra el nuevo coronavirus.
Los negocios
Paradójicamente, en línea con una serie de anuncios ambiguos y contradictorios, Estados Unidos decidió volver a abrirse “muy pronto” al mundo de los negocios, según anunció Donald Trump.
“No podemos dejar que el remedio sea peor que la enfermedad”, declaró en un intento de evitar que el coronavirus dé al traste con la economía estadounidense y tal vez, con su reelección.
En todo el mundo, los gobiernos y los bancos centrales destinan miles de millones de dólares a una economía global paralizada por la pandemia.
Solo en el sector aéreo podría costar US$252.000 millones de ingresos este año, advirtió la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), multiplicando por dos sus cálculos precedentes.
Se hará “todo lo necesario” para salvaguardar la economía y los empleos, prometieron los ministros de finanzas y jefes de los bancos centrales del G7.