Conservadores británicos elegirán el martes a su líder y nuevo premier. El Brexit será la clave
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LAS cartas están destapadas, sobre la mesa y con posiciones tan claras como opuestas. Entre las del exalcalde de Londres, Boris Johnson y el actual canciller, Jeremy Hunt, los conservadores británicos deberán elegir, este martes, a su líder y nuevo primer ministro de Gran Bretaña.
Suficiente ilustración tienen los 160 mil afiliados al partido “tory” tras un largo proceso de debates y votaciones que concluirá mañana con la elección del sucesor de Theresa May, quién se vio forzada a dimitir ante la imposibilidad de convencer a los parlamentarios británicos de apoyar el acuerdo logró con la Unión Europea para el retiro británico, más conocido como “Brexit”.
Johnson (el favorito) y Hunt son diametralmente opuestos en todo, salvo en ser de los “tories” más influyentes no solo en su partido sino en la política inglesa. Mientras el primero seduce a la opinión pública con su carisma y humor, y logra muchas veces distraer la atención con anécdotas, el segundo evidencia su formación y experticia política con respuestas fundamentadas a cualquier inquietud y es solemne, por lo que muchos británicos lo califican como un tipo “aburrido”.
Pero, sin duda, su mayor diferencia está precisamente en el tema que hizo renunciar a May: el Brexit.
La salida británica de la Unión Europea es la carta fuerte con la que juega Johnson en esta elección interna, ya que ha sido desde la concepción de dicho proceso un defensor del mismo. Desde el referéndum del 2016, Johnson tuvo un papel clave en la campaña a favor de la salida de la UE y hoy, tres años después, eso es lo que lo hace creíble a ojos de las bases del Partido Conservador, ya que ha asegurado que cumplirá con dicho retiro, en la fecha establecida, el próximo 31 de octubre.
Por el contrario, su rival, el ministro de Relaciones Exteriores, Jeremy Hunt, aparece como un converso: defendió la permanencia en el bloque durante el referéndum y cambió de opinión a finales de 2017 ante la actitud "arrogante" de Bruselas en las negociaciones, afirma.
Además, según el biógrafo de Johnson, Andrew Gimson, éste ha concitado el apoyo de seguidores muy lejanos de Londres, donde la gente está muy descontenta porque voto a favor del Brexit y éste no haya llegado (la fecha prevista era el pasado 29 de marzo).
Y el Brexit los motiva: 54% de ellos se declararon dispuestos a sacrificar la unidad del partido y 61% a sufrir por ellos graves consecuencias económicas, según un sondeo de YouGov publicado en junio. Otra encuesta, de la semana pasada, muestra que 90% cree que Johnson cumplirá su promesa de salir de la UE sin acuerdo si no logra renegociar el Tratado firmado por May, frente a 27% para Jeremy Hunt.
"A Boris se lo ve como el verdadero defensor del Brexit", subraya Anthony Wells, director de investigación política en el instituto YouGov.
En el último cara a cara ante sus electores, el pasado miércoles, si bien ambas cartas conservadoras coincidieron en señalar que quieren volver a negociar con la UE el acuerdo de May -algo que el colectivo comunitario descarta- , las posiciones frente a ello son muy distintas
En ese debate, Johnson jugó la carta del optimismo y Hunt, la de la honestidad. "Quiero saber hasta qué punto son sólidos tus compromisos, si no nos sacas de la Unión Europea el 31 de octubre, ¿dimitirás?", atacó Jeremy Hunt a su rival, que todas las encuestas lo dan como favorito.
Desde el inicio de su campaña, el exalcalde ha reiterado que el Reino Undo saldrá de la Unión Europea el 31 de octubre, con un acuerdo renegociado del Brexit o sin él.
Aunque primero evitó responder, Boris Johnson, asegurando que el Reino Unido dejaría la Unión Europea en octubre, al final terminó declarando: "no quiero despertar expectativas en la UE de que podrían alentar mi dimisión si rechazan cerrar un acuerdo".
"Boris en Downing Street, así que eso es lo único que cuenta", le replicó Hunt, quien a su favor destacó sus dotes de negociador como exempresario de éxito, lo que de inmediato fue contestado por Johnson haciendo gala de su determinación frente a Bruselas para no ceder en nada.
"No creo que terminemos con una salida sin acuerdo", declaró Johnson, aunque matizó que los costes de un "no deal" serían "muy poco perceptibles [...] si estamos preparados".
El Reino Unido "necesita un poco de optimismo, francamente", sostuvo. "Ya hemos demostrado demasiado derrotismo", a lo que Jeremy Hunt contestó acusándolo de tener por único programa un "optimismo ciego".
"Si queremos hacer que el Brexit sea un éxito, no se trata de mostrar un optimismo ciego sino de comprender los detalles que nos permitan obtener el acuerdo mejor adaptado a nuestro país", defendió Hunt, subrayando que tenía un plan de diez puntos en caso de una salida sin acuerdo.
El contrapunteo sobre el Brexit despejó las dudas de los “tories” indecisos, aunque desde ya se evidencia una fractura interna tras las primarias. Sin embargo, todos son conscientes del compromiso que representa mantener el poder británico y consolidar las políticas conservadoras.
En el marco de esa reflexión partidaria para la elección del sucesor de May se divulgó un informe de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR), organismo público independiente encargado de las previsiones económicas, que sostiene que una salida de la Unión Europea sin acuerdo empujaría al Reino Unido a una recesión en 2020.
En ese escenario, "el Reino Unido entra en recesión durante el cuarto trimestre de 2019 por una duración de un año", señala la proyección realizada por el instituto oficial británico, que prevé una recuperación a partir de 2021.
"El PIB perderá un 2,1%, casi al mismo nivel que durante la recesión de principios de los años 1990", precisa el organismo en su informe, tras realizar un test de resistencia de la economía británica para la eventualidad de que el país abandone la UE el 31 de octubre de forma brutal.
La libra esterlina perdería un 10% de su valor inmediatamente después de un Brexit sin acuerdo y los precios del mercado inmobiliario residencial caerían casi 10% entre principios de 2019 y finales de 2021, estima la OBR.
El informe de riesgos fiscales de la OBR volvió a poner sobre el tapete el impacto que tendría en la economía una salida del bloque sin periodo de transición. Y eso es lo que deben tener en cuenta los conservadores a la hora de depositar su voto para elegir entre Johnson y Hunt a su líder y premier.