El primer ministro Boris Johnson anunció ayer la mayor inversión militar realizada desde el fin de la Guerra Fría en el Reino Unido que incluirá un mando espacial, una agencia de inteligencia artificial y una fuerza cibernética.
El programa, consistente en 16.500 millones de libras para los próximos cuatro años, fue presentado por Johnson ante el parlamento dado que se encuentra en cuarentena tras haber estado en contacto con un diputado diagnosticado de coronavirus.
"He decidido que la era de los recortes en defensa debe terminar y termina ahora", afirmó llamando a poner fin al "repliegue" para reforzar la influencia británica en el mundo.
"He tomado esta decisión en medio de la pandemia... porque la defensa del reino… debe ser la prioridad", agregó.
Sumada a su promesa electoral de incrementar cada año el presupuesto militar británico un 0,5% por encima de la inflación, esta inversión adicional sin precedentes en los últimos 30 años significa 24.100 millones de libras más para las fuerzas armadas.
Este aumento llevará el presupuesto militar a 190.000 millones de libras en los próximos cuatro años, reforzando la posición del Reino Unido como país europeo que más gasta en Defensa (2,2% de su Producto Interno Bruto) y segundo de la OTAN detrás de Estados Unidos.
Sin embargo, el líder de la oposición, el laborista Keir Starmer se preguntó "cómo se pagará este anuncio".
Con amenazas crecientes de países como Rusia y China, "la situación internacional es más peligrosa e intensamente competitiva que en cualquier otro momento desde la Guerra Fría y el Reino Unido debe ser fiel a su historia y apoyar a sus aliados", afirmó el primer ministro.
Ante nuevas amenazas como los ciberataques, el Reino Unido se propone también "ser pionero en nuevas tecnologías", aseguró, anunciando la creación de una nueva agencia dedicada a la Inteligencia Artificial, de una Fuerza Cibernética Nacional y un nuevo "Comando Espacial", capaz de lanzar su primer cohete para 2022.
Son "tecnologías que revolucionarán la guerra", aseguró Johnson.
Así, "un soldado en territorio hostil será alertado de una emboscada lejana por los sensores de los satélites o drones, que transmitirán instantáneamente una advertencia, usarán la Inteligencia Artificial para diseñar la respuesta óptima, y ofrecerán una serie de opciones, como ordenar un ataque aéreo por drones o paralizar al enemigo con armas cibernéticas", explicó.
"Desde el sector aeroespacial hasta los vehículos autónomos, estas tecnologías tienen una amplia gama de aplicaciones civiles y abrirán nuevas perspectivas de progreso económico" que crearán empleos afirmó.
Johnson prometió desarrollar una nueva generación de buques de guerra que "estimulará un renacimiento de la construcción naval británica" lo que impulsará el trabajo en los astilleros. /AFP