El rival del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, el centrista Benny Gantz, anunció el miércoles su incapacidad para formar un gobierno, acercando así a Israel a nuevas elecciones.
"He levantado cada piedra para intentar formar un gobierno de unión nacional", declaró Gantz, durante una conferencia de prensa en la que dijo haber anunciado al presidente Reuven Rivlin ser "incapaz de formar gobierno".
Tras semanas de conversaciones, el ex jefe del ejército, ahora líder del partido centrista Kahol Lavan ("Azul-Blanco"), tenía hasta medianoche de este miércoles para presentar al presidente un proyecto de gobierno de coalición.
Las legislativas de septiembre dejaron empatados a Netanyahu y Gantz, pero ninguno pudo sumar con sus aliados respectivos una mayoría parlamentaria.
Sin embargo, el presidente Rivlin encomendó inicialmente a Netanyahu --en el poder desde 2009-- para formar gobierno.
Pero Netanyahu, que lidera un bloque de derecha y religioso que suma 54 diputados, no consiguió reunir suficientes aliados para llegar a los 61 escaños, el umbral de la mayoría en el Parlamento, que cuenta con 120 diputados.
El presidente acudió entonces a Gantz, que se enfrentó a una misión que muchos consideraban imposible: evitar unas terceras elecciones en menos de un año, tras las de abril y septiembre pasados.
- Un "muro de perdedores" -
Pero para conseguir ser primer ministro, Gantz tenía opciones muy difíciles.
Gantz no logró convencer a Avigdor Lieberman, jefe de la formación no alineada Israel Beitenu, de que se sumara a una coalición de centroizquierda apoyada desde el exterior por partidos árabes.
Lieberman, que además es hostil a los partidos árabes, había declarado este miércoles que no apoyará ni a Gantz ni a Netanyahu.
Tampoco consiguió convencer a Netanyahu de compartir juntos el poder en un sistema de rotación.
"Desgraciadamente, en nuestra entrevista de anoche, Benny Gantz rehusó aceptar que (...) yo sea el primero de una rotación en el cargo de primer ministro", escribió Netanyahu más temprano en Twitter.
Gantz aseguró que Netanyahu "privilegió sus intereses personales". "Y debe recordar que aún estamos en democracia y que la mayoría del pueblo votó a favor de una política diferente de la suya", agregó.
"El pueblo no puede ser rehén de una minoría extremista", destacó el ex jefe del ejército que pretendía formar un gobierno de unión "liberal".
"Me he topado con un muro de perdedores (de las elecciones) que han hecho todo lo posible para impedir que los ciudadanos israelíes se beneficien de un gobierno bajo mi dirección", declaró Gantz.
Una tercera opción consistía en reunir a Netanyahu, Gantz y Lieberman en una coalición en modo de triunvirato. Lieberman se desmarcó de esa posibilidad, al negarse a apoyar a uno u otro y al augurar además que "nos dirigimos hacia unas nuevas elecciones".
- La Knéset -
Ante el estancamiento, el presidente Rivlin puede ahora dar tres semanas a los diputados del Knéset, el Parlamento israelí, para que le propongan nombres de de figuras susceptibles de conseguir lo que los dos grandes jefes de partido no han logrado.
Si, al término de este posible nuevo plazo, ninguna personalidad política obtiene los apoyos suficientes para imponerse a la cabeza del Gobierno, Israel volverá a las urnas por tercera vez en menos de un año.
En este contexto, otra gran incógnita se plantea: se trata de la decisión de la justicia, esperada en diciembre, sobre una eventual inculpación de Netanyahu por "corrupción", lo que podría cambiar la situación política.