Los movimientos prodemocracia de Hong Kong prometieron que volverán a salir a las calles para protestar contra el proyecto de una nueva ley de seguridad que considera una grave amenaza a la autonomía del territorio chino.
La propuesta de ley, que debería reprimir la traición, la subversión y la sedición, fue introducida en la sesión inaugural del parlamento chino en Pekín, celebrada ayer.
La ley llega tras las repetidas advertencias de los líderes comunistas chinos de que no tolerarán la disidencia en Hong Kong, un territorio semiautónomo que el año pasado ya vivió siete mases de manifestaciones masivas a favor de la democracia.
"Es la mayor arma nuclear que el Partido Comunista Chino ha usado en su destrucción mutua con Hong Kong", dijo Jimmy Sham, el líder de Civil Human Rights Front, organizador de la manifestación de un millón de personas que desató las protestas el año pasado.
Sham hizo un llamamiento a volver a las calles, mientras que otros activistas convocaron a través de internet protestas para mañana.
Según Joshua Wong, uno de los principales activistas prodemocracia, el mensaje es claro: "Pekín está intentando silenciar las voces críticas de los hongkoneses por la fuerza y el miedo", escribió en Twitter.
Crecen tensiones
Por su lado, Estados Unidos acusó ayer a China de vulnerar la autonomía de Hong Kong y amenazó a Pekín con represalias comerciales, en un momento de tensión entre las dos potencias por el coronavirus.
El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo advirtió que "ignorar la voluntad del pueblo de Hong Kong sería una sentencia de muerte para la autonomía" de la antigua colonia británica, luego de que el Parlamento chino propusiera una ley de seguridad para "detener y castigar cualquier acto de separatismo, subversión o actividades que sean terroristas".
Este tema se suma a una ristra de asuntos en pugna entre Washington y Pekín, en momentos en que el Congreso de Estados Unidos presiona por imponer acciones más firmes contra el gigante asiático.
Tras meses de movilizaciones en Hong Kong el año pasado, el Congreso de Estados Unidos aprobó una ley bajo la cual el trato comercial preferencial que tiene Hong Kong con Estados Unidos está supeditado a que la ciudad mantenga su autonomía, algo que Pekín prometió cuando Londres devolvió el territorio a China en 1997.
"Estados Unidos urge a Pekín que reconsidere su desastrosa propuesta, que cumpla con sus obligaciones internacionales y que respete el alto grado de autonomía de Hong Kong", advirtió Pompeo. De lo contrario, habrá un "inevitable" cambio de su política.
No obstante, Pompeo no ha tomado aún una decisión, alegando que el Congreso Nacional del Pueblo de China acaba de empezar a sesionar, en tanto los legisladores estadounidenses temen que el presidente Donald Trump sea reticente a poner fin al estatus comercial de Hong Kong.
Trump promulgó con escaso entusiasmo la ley de preferencia comercial para Hong Kong -que recibió muchas críticas de China-, pues ambas potencias intentaban labrar un acuerdo comercial.
Dennis Kwok, un legislador prodemocracia en Hong Kong, dijo en un coloquio virtual este viernes que la oposición a Pekín aprecia los esfuerzos de Estados Unidos a favor de su causa y urgió a continuar siendo vigilantes, al expresar temor a una represión policial en los próximos días.
Advirtió no obstante sobre los riesgos de una revocación del estatuto comercial que Washington otorga a la ciudad, aunque admitió que muchos manifestantes respaldarían esta decisión.
"Es casi como una opción nuclear, una vez que se usa, todos resultan perjudicados y será muy difícil volver a reconstruir Hong Kong", dijo Kwok en la videoconferencia del centro de análisis conservador Heritage Foundation, con sede en Washington. /