Este domingo Haití recuerda los 10 años del terremoto de magnitud 7 que el 12 de enero de 2010 dejó destruido al país, más de 250.000 personas muertas y otra cantidad similar de heridos, según datos de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA por sus siglas en inglés).
El movimiento telúrico dejó carreteras agrietadas, decenas de edificios caídos, hospitales devastados y a cerca de 1,5 millones de personas sin vivienda en Haití, el país más pobre de América Latina y El Caribe.
El epicentro del terremoto se registró a 10 kilómetros de profundidad y a 15 kilómetros de la capital haitiana. Entre los municipios afectados se registraron Carrefour, Grand-Goave, Gressier, Léogane, Petit-Goave, Jacmel y Puerto Príncipe.
Ante el desastre cientos de ONG y varios países del mundo volcaron su mirada hacia el país para enviar allí ayuda humanitaria.
Una década después, Haití sigue siendo una de las naciones más pobres del mundo, sumido en continuas disputas políticas y sin una institucionalidad con la capacidad de superar el desastre de 2010.
La ayuda humanitaria palió la situación inmediata de emergencia en el país, pero no logró cambiar las estructuras políticas y la empobrecida economía. Dejó, además, cientos de denuncias de pobladores locales sobre presuntos abusos sexuales de trabajadores de ONG.
Los casos más emblemáticos hasta el momento son los que investigan presuntos abusos de trabajadores de la ONG Oxfam así como de los militares que integraron la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (Minustah).
“Este día recordamos a los cientos de miles de haitianos que perdieron su vida y los millones que fueron gravemente afectados por el devastador terremoto que golpeó el país 10 años atrás”, mencionó este domingo sobre el terremoto en Haití el secretario general de la ONU, António Guterres.
El secretario también recordó a los 102 trabajadores de la ONU que perdieron la vida en el terremoto. “En este día, renuevo el compromiso de Naciones Unidas para ayudar a los haitianos a construir un futuro más brillante”, sostuvo.
El devastador terremoto era imposible de predecir, pero había indicios de que la zona es susceptible a movimientos telúricos que en medio de la empobrecida infraestructura podían ser catastróficos.
"Bajo Haití hay una red de fallas, que le hacían susceptible de sufrir un terremoto, aunque fuera imposible prever el momento", indicó el Servicio Geológico Británico sobre las posibilidades de prevenir el desastre en el país donde desde hacía más de 250 años no se registraba un terremoto como el que ocurrió en 2010.
Haití recuerda este domingo un terremoto que evidenció la crisis de un país sumido en condiciones similares de pobreza a las de hace una década que le agravaron el impacto del terremoto.