Guaidó busca un año más | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Sábado, 4 de Enero de 2020
Redacción internacional
Arranca este domingo nueva legislatura del Parlamento Nacional con elección del presidente. Se da por descontada la continuidad del mandatario interino, quien enfrentará múltiples retos

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LAS expectativas de la oposición venezolana para este 5 de enero, son variadas y trascendentales. Van desde si se les permitirá el acceso a de los parlamentarios al Palacio Federal Legislativo y si se permitirá el voto de los que están en el exilio hasta el mayoritario aval a Juan Guaidó para que continúe liderando la Corporación y, por ende, como presidente interino de Venezuela.

Y es que precisamente hoy es la primera gran actividad de la oposición este año, ya que se inicia un nuevo período de sesiones ordinarias de la Asamblea Nacional y se deben renovar los cargos directivos, es decir el presidente y dos vicepresidentes.  Hace un año, el primero de éstos recayó en Guaidó, hasta entonces un político desconocido en la política internacional e inclusive para una gran parte de los venezolanos. Y, paradójicamente, ante el creciente desespero por la crisis económica y social, fueron ellos mismos los que con marchas callejeras y contundentes mensajes le pidieron se autoproclamara como presidente del país, poco tiempo después de que esa misma Asamblea declarara que Nicolás Maduro estaba “usurpando el poder” por las crecientes dudas sobre fraude en las presidenciales de mayo de 2018.

Y así, Juan Guaidó comenzó hace un año una ofensiva nacional e internacional para presionar un cambio de gobierno. Lo primero lo hizo reactivando las movilizaciones callejeras y, lo segundo, con el nombramiento de embajadores y delegados en diferentes partes del mundo tras lograr el reconocimiento de medio centenar de países, entre ellos Estados Unidos.

Impulsado por el presidente colombiano, Iván Duque, Guaidó llegó incluso a cruzar la frontera, a finales de enero pasado, para asistir a un concierto de solidaridad binacional y encabezar una gigantesca marcha que pretendía llevar toneladas de alimentos y medicinas, ayuda humanitaria para el vecino país, pero que fue impedida por el cierre de fronteras ordenado por Maduro y el bloqueo que hizo a varios de los puentes que unen a los dos países.

Tras volver a su país se dedicó a que la oposición cerrara filas en torno suyo, hizo varios actos políticos, reactivó la toma de las calles e intentó llegar a las guarniciones militares para convencerlos de que el país necesitaba ya un cambio ante la grave crisis humanitaria.

Fueron meses de tensión y de expectativas, avivadas por las sanciones que tanto Estados Unidos como la Unión Europea impusieron para cercar al régimen de Maduro, que sin embargo no se movió un milímetro del poder gracias al férreo respaldo de los militares liderados por el No.2 del chavismo, Diosdado Cabello.

El mayoritario apoyo al plan opositor comenzó a disiparse ante el cansancio ciudadano de acudir a las calles y protestar para ver, con desilusión, que todo seguía igual. Sin embargo la expectativa de un cambio radical sigue latente y, es por ello, que Juan Guaidó, que se mantiene como el político más popular de Venezuela y la cara visible del anhelado cambio ante el mundo, buscará hoy ser reelecto como jefe del Parlamento, en un momento clave porque el régimen anunció las elecciones legislativas este año y el anti-madurismo no puede darse el lujo de perder el control de la Asamblea Nacional.

Se da por descontada la continuidad de Guaidó en el cargo y la ratificación como presidente interino, máxime cuando a finales del año pasado, los partidos minoritarios, a quienes correspondería por el acuerdo programático ejercer las directivas del Parlamento desistieron de hacerlo. Así el joven dirigente político tiene vía libre hoy para su reelección en ambas posiciones y, si por algún motivo se diera una falta absoluta del Presidente de la República, sería él a quien correspondería asumir esa dignidad, según lo establece el artículo 233 de la Constitución.

Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis, reveló recientemente que un 44% de los venezolanos apoyan la reelección de Guaidó y que se daría con más votos de los requeridos, que son 84.

La oposición controla dos tercios de 167 escaños (111), pero sin embargo una treintena de sus legisladores se exiliaron o se refugiaron en sedes diplomáticas tras persecución política. Sin contar a éstos, Guaidó tiene asegurados al menos 87 sufragios, que inclusive podrían llegar a 93, si se toma en consideración na votación que se hizo en el parlamento el pasado 17 de diciembre.

En tanto, el oficialismo, que tras desconocer a la Asamblea Nacional n el 2016 y declararla en desacato a través del Tribunal Supremo de Justicia, volvió a sus escaños en septiembre de 2019, solo lo hizo con 38 de sus 55 diputados originales.

Ante esa persistente mayoría opositora se sumó la llamada “Operación Alacrán”, denunciada por Elliott Abrahms, encargado de la Casa Blanca para asuntos de Venezuela, que consistió en la supuesta compra de votos por parte del oficialismo, por montos que oscilaban entre el medio millón y el millón de dólares.

El régimen Maduro, como era de esperarse desmintió esos presuntos sobornos y anticipó que en los próximos comicios legislativos, cuya fecha se desconoce y serían convocados por la ilegal Asamblea Constituyente,  recuperará el control de la Asamblea Nacional.

Aunque Guaidó ha negado que la oposición vaya a aceptar votaciones convocadas por la Constituyente, que tomó las atribuciones del Parlamento, varios analistas consideran que podría verse obligado a "concentrarse" en las legislativas para no perder el control de la cámara.

Entre tanto, el país sufre una inflación que el FMI proyectó en 200.000% en 2019 y encadena seis años de recesión. Sin embargo una mayor oferta de alimentos y la posibilidad de acceder a ellos gracias a las remesas que los millones de venezolanos en el exilio, más de un millón de ellos en Colombia, envían a sus familias para que puedan subsistir.

Así las cosas, la oposición venezolana refrendará el poder de Guaidó y éste tendrá ante sí retos mayores a los de hace un año porque deberá reactivar y canalizar el inconformismo de sus compatriotas con un ímpetu tal que lleve a que la comunidad internacional adopte medidas más contundentes contra el régimen, al punto que éste acceda a una transición política.

En ello será clave uno de sus aliados más estratégicos, el presidente Donald Trump, quien sin embargo está por ahora concentrado en su propia reelección y la intentona demócrata por destituirlo. Sin embargo mantiene su agresivo discurso contra Maduro y su reiterada amenaza que todas las opciones están sobre la mesa.