La negociación entre el gobierno y la oposición para resolver la crisis en Nicaragua cayó este lunes en un nuevo impasse por la negativa oficial de aceptar garantes internacionales, tras la violencia contra manifestantes el pasado fin de semana, según fuentes opositoras.
"Estamos ante una situación muy especial y no se puede pasar a ningún otro punto de agenda mientras no se resuelva esto de los garantes internacionales" para evitar sucesos como los del sábado, dijo en rueda de prensa el delegado de la oposición José Pallais.
Al menos cuatro personas resultaron heridas este sábado en un centro comercial de Managua, cuando un hombre disparó a una concentración de opositores.
El hombre que disparó, quien resultó herido, fue identificado como un allegado al gobernante Frente Sandinista, del presidente Daniel Ortega.
Los opositores acusan al gobierno de violar el acuerdo alcanzado el pasado viernes, que restablece los derechos y garantías fundamentales, entre ellos el de protesta.
Las partes iniciaron las negociaciones el 27 de febrero, y las han paralizado en tres ocasiones. Las suspensiones anteriores del diálogo se dieron por diferencias en la liberación de centenares de opositores detenidos durante las protestas que estallaron hace un año y desataron una crisis política que ha dejado al menos 325 muertos y miles de exiliados.
La opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia (ACJD) propuso que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU (OACNUDH) participen como garantes del diálogo, señaló Pallais.
Insistió en que la presencia de esas organizaciones es clave para el avance del diálogo, pero que el gobierno evitó responder a la propuesta.
A su vez, la vicepresidenta, Rosario Murillo, dijo que esperan concluir las conversaciones el miércoles próximo "con todos los compromisos firmados por el bien de Nicaragua", para "trascender las expresiones de odio" que considera aun prevalecen en el país.
El bloque opositor entregó a los "testigos" del diálogo, el representante de la OEA Luis Ángel Rosadilla y el nuncio Waldemar Sommertag, pruebas sobre los incidentes violentos del sábado en Managua y León (norte) como evidencia de que el gobierno violó acuerdos adoptados el viernes.
Las partes fijaron el próximo miércoles para completar los acuerdos, incluida la reforma electoral, que para la oposición debe contemplar el anticipo de los comicios de 2021.
Las protestas estallaron el 18 de abril del año pasado contra una reforma al seguro social, pero derivaron en una demanda para la renuncia de Ortega, con 12 años en el poder y acusado por sus adversarios de corrupción y de instaurar una dictadura.