Los casos de abusos sexuales en la Iglesia chilena que investiga la Fiscalía siguen creciendo. En el último mes se triplicaron y llegaron a 119 causas abiertas, según un registro actualizado del Ministerio Público difundido este viernes.
"Informamos que el número actualizado de causas vigentes por investigaciones de delitos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia Católica al 31 de agosto llega a 119 causas", dijo la Fiscalía en un mensaje a la prensa.
En un anterior catastro, se contabilizaban 38 causas abiertas sobre religiosos, en su mayoría por abuso sexual a menores.
En el nuevo registro se contabilizan 167 imputados, de los cuales siete son obispos de la Iglesia católica chilena y 96, sacerdotes. Entre los jerarcas investigados destaca el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, quien fue citado a declarar imputado por encubrir abusos sexuales en una fecha que aún no ha sido revelada por la Fiscalía.
Ezzati quedó en el ojo del huracán por supuestamente archivar u ordenar la destrucción de documentos que contendrían denuncias de abusos sexuales en contra de varios miembros de la Iglesia chilena, que atraviesa uno de sus peores momentos tras la ola de denuncias.
La justicia contabilizó también como imputados a cuatro diáconos, 30 religiosos "no sacerdotes", 10 laicos y 20 personas de las cuales no se tiene información.
En tanto, el número de víctimas vinculado a los casos actualmente en investigación fue cifrado en 178, de los cuales 79 son niños, niñas y adolescentes.
En un anterior registro el mes pasado, la Fiscalía había contabilizado 266 víctimas desde el año 1960.
Allanamientos
En el último mes, la justicia chilena realizó varios allanamientos a oficinas eclesiásticas, entre ellas las dependencias de la Conferencia Episcopal y de la congregación Hermanos Maristas, en Santiago.
De esas diligencias se habían extraído los datos que permitieron abrir las nuevas indagaciones, de acuerdo con fuentes judiciales.
La Congregación Marista es investigada por varias denuncias de abusos sexuales contra menores en los colegios que administran en Chile. El Vaticano decretó recientemente la expulsión del religioso marista Abel Pérez, quien confesó haber abusado sexualmente de 14 menores en dos de esos colegios desde la década de los setenta.
Pérez, de origen español, admitió los abusos en 2010, pero los maristas decidieron denunciar los hechos a las autoridades recién siete años después, luego de que dos de las víctimas revelaran los abusos. El religioso se encontraría actualmente en Perú.
Antes, la policía chilena había allanado las oficinas del obispado castrense, a cargo de los servicios religiosos a las Fuerzas Armadas, que se sumó a las redadas en distintas oficinas religiosas tanto en la cuidad de Rancagua -donde se concentran las indagaciones- y Santiago, realizadas en los meses de junio y julio, en el comienzo de una investigación que busca determinar si hubo encubrimiento de los abusos cometidos en la Iglesia chilena.
Producto de estas denuncias, la Iglesia católica vive sus horas más bajas en Chile. Según un último sondeo del Instituto Cadem, el 96% de los chilenos considera que la institución protege a los curas acusados de abusos sexuales y el 83% piensa que el clero no es ni honesto ni transparente.
Asimismo, la tasa de chilenos que se declara católica ha caído en picada. Hoy, solo el 46% se considera católico, frente al 58% hace cuatro años, de acuerdo a la misma encuesta.