Estados Unidos inculpó el jueves al presidente venezolano Nicolás Maduro por "narcoterrorismo", y ofreció hasta 15 millones de dólares por información que permita su arresto, en una escalada en los esfuerzos del gobierno de Donald Trump por sacar del poder a quien considera un dictador.
Además de Maduro, el Departamento de Justicia develó cargos contra el número dos del oficialismo venezolano, Diosdado Cabello; el vicepresidente encargado de Economía, Tareck El Aissami; el ministro de Defensa, Vladimir Padrino; y el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno; así como contra los militares retirados Hugo Carvajal, exjefe de la inteligencia militar; y Clíver Alcalá Cordones.
También acusó a los dos disidentes de las Farc, Iván Márquez y Jesús Santrich, quienes se apartaron de la implementación de los Acuerdos de Paz.
Los cargos por participar en una "conspiración narcoterrorista" conllevan una sentencia mínima obligatoria de 20 años de prisión y un máximo de cadena perpetua.
El Departamento de Estado ofreció recompensas de hasta 15 millones de dólares por datos que lleven a la captura de Maduro, cuya autoridad Washington desconoce, y por hasta 10 millones por información que permita detener a Cabello, El Aissami, Carvajal, y Alcalá Cordones.
Maduro es acusado de "haber participado en una asociación criminal que involucra a la extinta guerrilla de las Farc, en un esfuerzo por inundar Estados Unidos de cocaína", declaró el fiscal general Bill Barr en una videoconferencia.
Barr acusó a Maduro y a su entorno de conspirar "durante más de 20 años" con las Farc para el tráfico de drogas a Estados Unidos. Dijo que entre 200 y 250 toneladas de cocaína fueron enviadas al amparo del gobierno venezolano.
"El anuncio de hoy se centra en erradicar la extensa corrupción dentro del gobierno venezolano", dijo Barr en un comunicado.
"Estados Unidos no permitirá que estos funcionarios venezolanos corruptos usen el sistema bancario estadounidense para mover sus ganancias ilícitas de Sudamérica ni promover sus esquemas criminales", añadió.
- "Cocaína como un arma" -
Los funcionarios estadounidenses señalaron a Maduro como líder de la organización narcotraficante Cartel de los Soles, que según dijeron involucraba a políticos de alto rango y miembros del ejército y el poder judicial venezolanos.
Según documentos judiciales, la entonces guerrilla de las Farc y el Cartel de los Soles enviaron cocaína procesada desde Venezuela a Estados Unidos a través de puntos de transbordo en el Caribe y países de América Central, como Honduras.
"Maduro usó muy deliberadamente la cocaína como un arma", dijo el fiscal federal Geoffrey Berman.
"Las acciones de hoy envían un mensaje claro a los funcionarios corruptos en todas partes de que nadie está por encima de la ley o más allá del alcance del cumplimiento de la ley estadounidense", señaló por su parte el jefe interino de la agencia antidrogas estadounidense DEA, Uttam Dhillon.
Al anunciar las recompensas ofrecidas con el fin de llevar ante la justicia a Maduro y los funcionarios y exfuncionarios venezolanos, el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, dijo que "estas personas violaron la confianza pública al facilitar los envíos de narcóticos desde Venezuela".
"El pueblo venezolano merece un gobierno transparente, responsable y representativo que atienda las necesidades del pueblo y que no traicione la confianza del pueblo al condonar o emplear a funcionarios públicos que se dediquen al tráfico ilícito de narcóticos", dijo Pompeo.
Y añadió el compromiso de Estados Unidos para "ayudar al pueblo venezolano a restaurar su democracia a través de elecciones presidenciales libres y justas".
Estados Unidos, al igual que otros casi 60 países, apoyan al líder opositor venezolano Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional (Parlamento), a quien desde enero de 2019 reconocen como presidente interino.
Desde entonces, el gobierno de Trump presiona por la salida del poder de Maduro con una batería de sanciones económicas. Pero Maduro conserva el apoyo de China, Rusia y Cuba.
Respuesta de Venezuela
Venezuela acusó este jueves a Estados Unidos de intentar una "nueva modalidad de golpe de Estado" al inculpar al presidente Nicolás Maduro por "narcoterrorismo" y ofrecer una recompensa por su detención.
La administración de Maduro vinculó a la Casa Blanca con la denuncia de supuestos planes de magnicidio preparados desde Colombia, por los cuales el Ministerio Público anunció la apertura de una nueva investigación contra el líder parlamentario opositor Juan Guaidó.
El gobierno de "Donald Trump vuelve a arremeter contra el pueblo de Venezuela y sus instituciones democráticas, utilizando una nueva modalidad de golpe de Estado sobre la base de acusaciones miserables, vulgares e infundadas", dice un comunicado leído por el canciller Jorge Arreaza.
"Ofrecer recompensas, al estilo de los vaqueros racistas del lejano oeste, demuestra el desespero de la élite supremacista de Washington y su obsesión contra Venezuela", añade la nota.
Venezuela sostiene que las acusaciones forman parte de un complot que involucra al presidente de Colombia, Iván Duque.