MÚLTIPLES presiones de China para que no divulgara la gravedad del coronavirus y la falta de transparencia de ese gobierno en el manejo del mismo, que no ha sido denunciada por la Organización Mundial de Salud, son los argumentos que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump expone al director de dicho ente global de salud pública, Tedros Adhanom Ghebreyesus, al que da un plazo de un mes para pronunciarse sobre este tema.
El mandatario norteamericano envió una extensa carta (4 páginas) al director Ghebreyesus en la que justifica las razones por las cuales decidió hace un mes suspender la contribución que Estados Unidos hace a la OMS y le da 30 días de plazo para que “se comprometa a mejoras sustanciales” en la gestión de la misma, porque de lo contrario “convertiré en permanente el congelamiento temporal de la financiación y reconsideraré nuestra pertenencia (membresía) a la organización”.
“No puedo permitir que el dinero de los contribuyentes estadounidenses siga financiando una organización que, en este momento, claramente no sirve a los intereses estadounidenses”, subraya en uno de los apartes el presidente republicano en la carta cuyo acuso de recibo dio el director de la OMS y dijo que la estudia para dar una respuesta.
Antes de insistirle que “no hay tiempo que perder” y que considera su deber como presidente de Estados Unidos exigir una mejor y transparente gestión de la Organización, Trump enumera las conclusiones a las llegó una investigación que ordenó para determinar que hubo una tardía respuesta (de la OMS) al brote de Covid-19 así como una “alarmante falta de independencia” de la misma frente a la República Popular China.
Y, desde el comienzo de la carta, reseña uno a uno los hechos que evidencian, según dijo, sus acusaciones y que dichos errores en el manejo de la pandemia “han sido extremadamente costosos para el mundo”.
Asegura el presidente estadounidense que “la OMS ignoró reportes confiables de la propagación del virus en Wuhan en diciembre e incluso antes. Entre ellos reportes que había dado a revista Lancet” y que por ello la Organización falló “en investigar de forma independiente esos reportes que venían de fuentes de la misma ciudad donde se originó el virus y contradecían lo que afirmaban los funcionarios de China”.
Reseña de igual forma que antes del 30 de diciembre la oficina de la OMS en Beijing sabía que había una “gran preocupación de salud pública” en Wuhan, así mismo que entre el 26 y el 30 del mismo mes varios medios chinos informaron que había evidencia de un virus que provenía de Wuhan.
Adicionalmente, agrega en la misiva Trump, “en ese momento, el doctor Zhan Jixian, del hospital provincial de Hubei, les dijo a las autoridades de salud de China que el nuevo coronavirus estaba causando una enfermedad que en el momento afectaba a 180 pacientes” y que pese a que el día siguiente las autoridades de Taiwán comunicaron la misma información pero agregando la transmisión del virus entre humanos, la “OMS decidió no compartir esta importante información con el resto del mundo, probablemente por razones políticas”.
Recuerda así mismo que las regulaciones internacionales de salud requieren que los países reporten los riesgos emergencias en salud en 24 horas. “Pero China no informó a la OMS los severos casos de neumonía registrados en Wuhan de origen desconocido hasta el 31 de diciembre a pesar de que probablemente tenía conocimiento de esos casos días o semanas antes”.
En este desarrollo cronológico de los hechos, Trump evoca que el doctor Zhang Yonghzen, del centro de Salud Pública Shangai, informó a las autoridades de China, el 5 de enero, que había hecho una secuencia del virus y sin embargo no hubo información del hecho, el cual se conoció seis días después cuando el científico decidió publicarlo en internet, razón por las cual las autoridades cerraron su laboratorio y le exigieron una rectificación.
Y en este aparte de la misiva el presidente de Estados Unidos enfatiza que “aunque la misma OMS reconoció la publicación como un acto de transparencia se mantuvo en silencio frente al cierre del laboratorio”.
Más errores
A renglón seguido enumera al director de dicha agencia de la ONU lo que considera los repetidos anuncios sobre el coronavirus de la OMS que considera “incorrectos y engañosos”. Dice textualmente:
- El 14 de enero la OMS retomó la versión china, hoy desacreditada, que el virus no se transmitía entre humanos cuando “investigaciones preliminares conducidas por el gobierno chino no encuentran clara evidencia de transmisión entre humanos”.
- El 21 de enero se reportó que el presidente Xi Jinping lo presionó (a Tedros Adhanom Ghebreyesus) para no declarar el brote como una emergencia. Usted al día siguiente dijo que el virus no era motivo para una emergencia de salud pública. Solo una semana después, el 30 de enero, la abrumadora evidencia lo forzó a dar reversa.
- El 28 de enero después de una reunión con el presidente XI usted alabó al gobierno chino por su “transparencia” sobre el coronavirus y anunció que había establecido un nuevo estándar de control del brote. No mencionó que entonces China había silenciado y castigado a varios doctores por hablar sobre el virus.
- Aun después de declarar la emergencia de salud pública usted falló al presionar a China para que admitiera la llegada de un equipo internacional de expertos de la OMS. Como resultado, ellos llegaron solo dos semanas después, el 16 de febrero. Y al equipo no le permitieron ir a Wuhan sino hasta los últimos días de la visita.
- Usted alabó las fuertes restricciones impuestas por el gobierno chino a los vuelos nacionales e internacionales, pero inexplicablemente estuvo en contra de nuestro cierre de fronteras y de la prohibición de viajeros de ese país. El 3 de febrero reforzó su opinión afirmando que porque China estaba haciendo un buen trabajo protegiendo al mundo del virus las restricciones de vuelos causaban más perjuicios que beneficios. Ya el mundo sabía que antes del cierre de Wuhan, las autoridades chinas habían permitido que más de cinco millones de personas dejaron la ciudad y muchas de ellas tomaron destinos alrededor del mundo.
- El 3 de febrero China estuvo presionando a los países para que no establecieran restricciones de viaje, lo que fue apoyado por sus afirmaciones incorrectas que la transmisión del virus fuera de China era “mínima” y “baja”.
- El 3 de marzo la OMS citó información de China para desestimar que había riesgo de transmisión por parte de los asintomáticos. Muchos expertos citando información de Japón y Corea cuestionaron estas afirmaciones. Ahora es claro que estas eran incorrectas.
- El 11 de marzo cuando se declaró la pandemia el virus había causado más de 4.000 muertes y contagiado a más de 100.000 personas en 114 países.
- Durante la crisis la OMS ha sido insistente en sus elogios a China por su transparencia. Usted consistentemente se ha unido a esas alabanzas. No obstante, China no ha sido transparente y se rehúsa a compartir información actualizada y sobre los orígenes del virus.
- La OMS ha fallado al no pedir de manera pública a China que permita una investigación independiente sobre los orígenes del virus. Esa negativa obligó a sus miembros a adoptar una resolución en su asamblea de este año que hace eco al pedido de EU y otros países de una investigación independiente, imparcial y comprensiva de cómo respondió la organización a la crisis.
Y finaliza la extensa misiva al director de la OMS el presidente Trump indicando que “quizás lo peor que todas esas fallas es que sabíamos que la organización podía hacerlo mejor”, al tiempo que le indica que “la única forma de que la Organización avance es que sea capaz de demostrar independencia de China”.
“Mi administración ya empezó conversaciones con usted sobre cómo reformar la Organización. Pero las acciones rápidas son necesarias”, concluyó.