El secretario de Estado norteamericano Antony Blinken urgió este lunes a Corea del Norte a adoptar la vía diplomática, tras informar a sus socios de la nueva estrategia estadounidense en Londres con motivo de una reunión con sus pares del G7.
"Espero que Corea del Norte aproveche la oportunidad para comprometerse diplomáticamente y ver si hay formas de avanzar hacia el objetivo de la completa desnuclearización de la península de Corea", dijo Blinken tras conversar separadamente con sus homólogos de Japón, Corea del Sur y el Reino Unido.
Estados Unidos tiene "una política clara, muy clara, centrada en la diplomacia" y "corresponde a Corea del Norte decidir si quiere o no comprometerse sobre esa base", dijo el jefe de la diplomacia estadounidense, que dijo esperar los pasos de Pyongyang "en los próximos días y meses".
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Según el departamento de Estado estadounidense, Antony Blinken y sus homólogos japonés y surcoreano se pusieron de acuerdo en el objetivo común de avanzar hacia una desnuclearización de la península de Corea.
India, Corea del Sur, Sudáfrica y Brunéi, que preside la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean), fueron invitadas a las conversaciones de tres días, en las que también se abordarán las discusiones para reactivar el pacto nuclear con Irán.
Vía intermedia
Tras revisar la política muy personalista de su predecesor Donald Trump, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo recientemente que utilizaría "la diplomacia así como la disuasión severa" para contener las ambiciones nucleares de Pyongyang.
El objetivo es buscar un terreno común y alejarse del ambicioso pero infructuoso intento de Trump de alcanzar un amplio acuerdo para poner fin de forma oficial tras siete décadas a la Guerra de Corea.
Pero la Casa Blanca también quiere hablar con Corea del Norte, un cambio respecto a la política de "paciencia estratégica" del expresidente Barack Obama, que consistía en mantener a raya a Pyongyang hasta que cambiara su comportamiento.
Corea del Norte denunció el domingo el planteamiento de Biden, afirmando que mantiene la "política hostil" que ha estado en vigor durante medio siglo.
"La llamada 'diplomacia' estadounidense es una señal espuria destinada a encubrir sus actos hostiles, y la anunciada 'disuasión' es simplemente una forma de plantear amenazas nucleares a la RPDC", dijo recientemente un funcionario del ministerio de Exteriores norcoreano, Kwon Jong Gun, utilizando el nombre oficial de Corea del Norte.
El jefe de la diplomacia estadounidense también evocó la situación en Birmania con Japón y Brunéi, casi una semana después que los dirigentes de la Asean invitaran al jefe de la junta militar golpista a una cumbre y le pidieran poner fin a la violencia.
Blinken y su homólogo japonés Toshimitsu Motegi abordaron "la necesidad urgente de que Birmania vuelva a la senda de la democracia y de pedir cuentas a la junta militar", según el departamento de Estado.
Las fuerzas de seguridad birmanas han matado a cientos de manifestantes contra el golpe de Estado militar del 1 de febrero.
Y, con el canciller británico, Dominic Raab, su par transatlántico abordó, además de la recuperación pospandemia y un futuro acuerdo comercial, "el comportamiento malintencionado y desestabilizador de Rusia", según el ministerio británico de Exteriores.
Raab subrayó además las prioridades del Reino Unido en Asia, especialmente la necesidad que China rinda cuentas por el trato a la minoría musulmana uigur y por su política en Hong Kong.
El jefe de la diplomacia estadounidense recordó que "Estados Unidos no tiene un aliado" o un "socio más cercano que el Reino Unido".
Corea del Norte e Irán están en la agenda de la cena del primer día de reunión ministerial, que también abordará hasta el miércoles la creciente tensión con Rusia y China.
Tras la reunión del G7, Blinken viaja a Kiev para mostrar el apoyo "inquebrantable" de Estados Unidos a Ucrania tras el despliegue de tropas rusas en la frontera.