La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, dijo que su país "debe responder" ante la destitución de magistrados en El Salvador y que la independencia del poder judicial es "crítica" para la salud de una democracia.
"El Parlamento de El Salvador actuó para socavar al más alto tribunal de la nación, la independencia judicial es crítica para la salud de una democracia y para tener una economía fuerte", indicó Harris y afirmó que Estados Unidos "debe responder".
El nuevo Congreso salvadoreño, dominado por aliados del presidente Nayib Bukele, destituyó el sábado a los cinco magistrados constitucionalistas de la Corte Suprema de Justicia acusándolos de decisiones "arbitrarias" y al fiscal general, Raúl Melara, por considerarlo cercano a la oposición.
Esta decisión generó una ola de críticas a nivel internacional y el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, expresó su "seria preocupación" y señaló que el fiscal general es "un socio efectivo" de Washington en la lucha contra la corrupción y el crimen.
"Debemos responder en El Salvador" señaló Harris en una ponencia virtual ante el foro Council of the Americas, sin dar más detalles.
El lunes, el Presidente del Comité de Relaciones Exteriores en el Senado, Bob Menéndez y su correligionario Patrick Leahy, presidente del Comité de Asignaciones en la Cámara Alta indicaron que la situación en El Salvador es "una emboscada autocrática profundamente preocupante" y que viola "la separación de poderes".
Los senadores urgieron a sus homólogos del país centroamericano a que "revoquen de inmediato este abuso de poder antidemocrático" para evitar cualquier debilitamiento de "las relaciones bilaterales".
Además instaron al gobierno de Joe Biden a que "se comprometa a coordinar con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otras instituciones financieras internacionales para dejar en claro que el apoyo financiero de Estados Unidos hacia el gobierno de Bukele debe depender del respeto por la democracia, la independencia judicial y el imperio de la ley".
El presidente Joe Biden encomendó a Harris atender la creciente llegada de migrantes del Triángulo Norte centroamericanos a la frontera entre Estados Unidos y México, enfocándose en abordar las causas de raíz del éxodo.
Este martes, Harris indicó que el nuevo gobierno demócrata quiere tomar el relevo del trabajo hecho por la administración de Barack Obama, cuando Biden era vicepresidente.
"Queremos ayudar a la gente a encontrar esperanza en su hogar", afirmó Harris que explicó que para eso hay que enfocarse en los factores más agudos que aquejan a los tres países como los huracanes, la pandemia, la sequía y la inseguridad alimentaria.
Después, la vicepresidente cree que se deben abordar problemas de larga data que constituyen las causas más profundas de la migración, como la corrupción.
"No vamos a lograr un progreso significativo si la corrupción persiste en la región", agregó, matizando que sabe que este combate no va a ser fácil, pero planteó una estrategia para implicar a los gobiernos locales, la comunidad internacional, los actores privados y la sociedad civil.
En su intervención, Harris confirmó que el "próximo mes" viajará a Guatemala y México, en su primer desplazamiento internacional como vicepresidenta.