Dirigentes del PP, Vox y Ciudadanos se han sumado a dirigentes iberoamericanos para pedirle al Alto Representante de Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, que paralice el envío de una misión diplomática a Venezuela para explorar la posibilidad de facilitar un diálogo entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición, insinuando que actúa también por interés del Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Los firmantes de la misiva, más de 200, temen las "incongruencias y nefastas consecuencias" de la citada misión, que tendría como objetivo acercar a las partes para poder convocar elecciones democráticas en una fecha posterior al 6 de diciembre. Sostienen que Bruselas ha dado este paso "en conjunción" con el Gobierno de Sánchez, que sí defiende el paso dado por Borrell.
"El Alto Representante intenta minar el consenso internacional sobre la necesidad de establecer un gobierno de transición en Venezuela para re-institucionalizar el país, gestionar la crisis humanitaria y poder entonces convocar a elecciones presidenciales verdaderamente libres y soberanas", advirtieron personalidades como el presidente del PP, Pablo Casado, el presidente de Vox, Santiago Abascal y la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís.
En este sentido, calificaron de "aberrante" que se pueda hablar de unas "condiciones mínimas" para celebrar elecciones "en un país devastado, invadido, sin soberanía nacional y sin Estado de Derecho". Asimismo, consideran que de alguna forma los crímenes de lesa Humanidad denunciados por un informe de la ONU "quedarían solventados si se consiguen seis meses de prórroga de una farsa electoral".
"Es inaceptable mendigar 'condiciones mínimas' a un régimen probadamente criminal", han añadido, subrayando que la única negociación posible pasa por lograr "la salida del régimen". Entienden que a esto se llegaría "solo y exclusivamente" a través de "una gran presión nacional e internacional".