Este martes será un punto de inflexión en la larga carrera por la nominación presidencial. Más allá de ganar delegados está en juego el marco programático del partido
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POR ser potencia mundial y por ende factor determinante en la geopolítica global, Estados Unidos desde siempre se ha empeñado en hacerlo todo en grande. Así, en diferentes campos creó y contagió al mundo con jornadas como el “Viernes Negro” (Black Friday), el “Cyber Lunes” (Cyber Monday) o la fiesta del su deporte insignia, el fútbol americano con el “Super Tazón” (Superbowl). Y la política no es la excepción.
Aunque para muchos ‘dumies’ o extros el proceso que el bipartidismo sigue cada cuatro años para elegir a su candidato presidencial es complejo y largo, es la forma de dar una mayor participación democrática a los militantes tanto del conservador Partido Republicano o el liberal Partido Demócrata.
Y dentro de ese sistema para escoger a los aspirantes a ser inquilinos de la Casa Blanca, se desarrollan las primarias, donde por espacio de seis meses, los ciudadanos de todos los estados se pronuncian a favor de los precandidatos en liza. Dentro de ellas, la estrella, por así decirlo, es el Super Tuesday o Super Martes, la cita simultánea que este año se realiza en 14 estados, dos de ellos de gran peso por su cantidad demográfica y variedad étnica: California y Texas.
Este 3 de marzo se cumple esta megafecha electoral y si bien la realizan ambos partidos, la atención se centra en la demócrata ya que se da por descontado el aval republicano a Trump para su reelección.
Este Super Martes es más que clave para las aspiraciones de los precandidatos demócratas no solo porque están en juego 1.357 delegados de los 3.979 que se eligen en el total de las primarias (se necesitan 1.991 para alzarse con la nominación presidencial) , sino porque permitirán visualizar si bases demócratas se inclinarán hacia la izquierda que representan Bernie Sanders y Elizabeth Warren, a las propuestas de centro que plantean el exvicepresidente Joe Biden, el exalcalde de Nueva York, Michael Bloomberg; a los planteamientos de la que se autodefine como moderada Any Klobuchar o a quienes sin una definición política definida esgrimen un discurso de unidad como el hasta hace poco desconocido Pete Buttigieg, el también poco conocido en la arena política, el multimillonario, filántropo y activista ambiental Tom Steyer y el multimillonario Tusi Gabbard.
Y es en esto último donde radica la importancia de este Súper Martes: que descubrirá hacia cuál contenido programático se inclinan los demócratas. Por lo pronto, con Sanders, a la cabeza de la carrera presidencial, quien se define como un socialista democrático, y el cacareado repunte del centrista Biden en la cita electoral del sábado en Carolina del Sur, se ve una clara división conceptual en el partido que tiene al burro como símbolo.
En la contienda demócrata hay nueve precandidatos pero son, hasta ahora, previo al Sùper Martes, siete los que tienen real posibilidad de seguir en la contienda: tres senadores, dos multimillonarios, un exvicepresidente y un exalcalde. De ellos hay dos mujeres y la mayoría son septuagenarios.
Sin contar con las primarias que tuvieron lugar ayer, sábado, en Carolina del Sur, donde estaban en juego 54 delegados y en las que se daba por descontado el primer triunfo de Biden, los precandidatos llegan así a la megafecha electoral de este martes:
Biden, quien ha logrado tres triunfos en línea (Iowa, New Hampshire y Nevada), tiene 45 delegados; Joe Biden, apabullado por sus malos resultados en esas primeras citas suma 15, Buttigieg, 25; Warren, 8; Klobuchar, 7, mientras Steyer y Bloomberg no registran ninguno porque no participaron en ninguna de las jornadas electorales previas.
Las encuestas que se realizan a nivel nacional son también un acertado termómetro sobre la contienda partidista. Y en ese sentido, la más reciente medición (25 de febrero) de RealClear Politics, que promedia todos los sondeos revelan este panorama sobre la intención de voto previo al Súper Martes: Bernie Sanders, 29.2%; Joe Biden 18%; Michael Bloomberg, 14.4%; Elizabeth Warren, 12.4; Pete Buttigieg, 10%; Amy Klobuchar, 5.4%; Tulsi Gabbard, 2.4% y Tom Steyer, 2.2%.
Cabe resaltar que aunque el exalcalde y exrepublicano Bloomberg no tiene ningún delegado marca alto en la intención de voto, ya que centró su campaña en hacer una multimillonaria inversión publicitaria para proyectarse en todo Estados Unidos. Ha gastado de su fortuna personal US$500 millones, lo que le ha valido críticas de sus contenientes que lo acusan de querer “comprar” la nominación. Este autodefinido moderado en política y quien hizo su debut en un reciente debate televisivo en el que no convenció, ha enfilado toda su campaña en el Súper Martes. Del resultado dependerá si da un paso al costado.
En esa misma línea está el también multimillonario Steyer, de 62 años, quién irrumpió el sábado en Carolina del Sur con un discurso muy dirigido a la comunidad negra, con promesas de reparaciones a descendientes de esclavos y planes de financiar escuelas históricamente marginadas. Se verá si su fuerte inversión en publicidad y mitines tendrá un efecto positivo el 3 de marzo para continuar en la competencia.
Este martes están en juego, como reseñamos, 1.357 delegados así: Alabama (52), Arkansas (31), California (415), Colorado (67), Maine (24), Massachusetts (91), Minnesota (75 delegados), Carolina del Norte (110 delegados), Oklahoma (37), Tennessee (64 delegados), Texas (228), Utah (29), Vermont (16), Virginia (99). Samoa Americana (6) y demócratas en el extranjero (13 delegados).
Sin duda esta mega cita electoral es un punto de inflexión en el proceso de escogencia demócrata, ya que muchos de los aspirantes pueden dar un salto que los consolide para hacerse a la nominación y otros, por el contrario, perder toda posibilidad de lograrla por lo que el retiro será el único camino.
La única certeza que hay por lo pronto, en la antesala de dicha cita, es que Sanders tiende a consolidarse y que muy de cerca le seguirán Biden y Bloomerg. Y, así las cosas, el marco conceptual del partido demócrata se debatirá entre el “socialismo democrático o izquierda progresista que encarna el primero de ellos y el centro que esgrimen sus inmediatos rivales".
A cuatro meses de la Convención que elegirá al rival del presidente candidato, el republicano Donald Trump, los demócratas se muestran polarizados.