El Defensor del Pueblo de Guatemala, Jordán Rodas, acusó ayer al Ejecutivo de infiltrar a personas violentas para deslegitimar una masiva manifestación pacífica que exigía la renuncia del presidente Alejandro Giammattei, a quien acusan de encubrir actos de corrupción.
"Rechazo los actos de vandalismo ocurridos al margen de las manifestaciones convocadas por la ciudadanía", dijo Rodas.
Además, recomendó al presidente "abstenerse de utilizar estos hechos de provocación y vandalismo para justificar la persecución contra periodistas y defensores de derechos humanos, y criminalizar la legítima manifestación ciudadana".
El sábado, miles de guatemaltecos reanudaron las manifestaciones al concentrarse en la plaza frente a la antigua sede de gobierno en la capital para exigir la renuncia del gobernante, a quien también responsabilizan de elaborar con opacidad el presupuesto del país para 2021, que luego fue anulado.
Tras horas de protesta pacífica, un grupo de personas con el rostro cubierto llegó en un autobús del servicio público sin pasajeros y le prendió fuego frente al Palacio Nacional.
Durante esos incidentes resultaron heridos tres periodistas, cinco policías y tres delegados de la Procuraduría de Derechos Humanos.
Ante ello, Rodas, titular de ese organismo, manifestó su absoluto "repudio y total condena ante los hechos vandálicos y agresiones realizados por un grupo armado en contra de personas que participaron en la manifestación pacífica".
Asimismo, pidió a Giammattei la destitución del ministro de Gobernación (Interior), Gendri Reyes, y del director general de la Policía, José Tzubán, al señalarlos directamente por los incidentes y por faltar "a su deber de garantizar los derechos humanos y la integridad de las personas que manifestaron pacíficamente, así como de resguardar los bienes públicos y privados".
La protesta se realizó mientras una misión de la OEA está en el país desde el viernes para analizar la crisis política.