Cuba indultó a 2.604 presos, la mayor cifra en cuatro años, beneficiando a quienes han cumplido al menos un tercio de la pena y han mostrado buena conducta, sin estar envueltos en crímenes como homicidios y violaciones, informó el viernes la prensa oficial.
La decisión del Consejo de Estado se tomó en base a uno de los postulados de la nueva Constitución, vigente desde abril, que "favorece la reinserción social de las personas privadas de libertad", así como por solicitudes de familiares, en una política "establecida por el Gobierno cubano desde hace varios años", dijo el diario Granma.
La lista de beneficiados aún no se ha divulgado ni tampoco cuando se hará efectivo el indulto.
Es la primera medida de gracia en la isla desde que tomara la presidencia Miguel Díaz-Canel, y se trata del mayor indulto concedido por el gobierno socialista desde septiembre de 2015, cuando la administración de Raúl Castro liberó a 3.522 presos ante la visita del papa Francisco.
En enero de ese mismo año, como gesto de buena voluntad tras la histórica distensión con Estados Unidos, se indultaron a 53 reclusos que Washington consideraba como "presos políticos", una categoría que el gobierno de la isla rechaza.
Cuba también acogió un llamado del Pontífice e indultó a 787 presos en 2016. Antes hubo otro indulto en diciembre de 2011: 2.991 presos por razones humanitarias ante la visita del papa Benedicto XVI (en 2012).
En 1998, debido a la visita del papa Juan Pablo II, el gobierno del entonces presidente Fidel Castro indultó a 299 reclusos. Veinte años antes, en 1978, Castro indultó a 3.600 presos.
Al igual que en varios casos anteriores, en 2019 se tomaron en cuenta "el buen comportamiento de los condenados (...) así como las características y resultados de los hechos por los que fueron sancionados".
Se valoró también la edad y las enfermedades crónicas que padecen. En todos los casos han cumplido al menos un tercio de la pena impuesta.
Quedaron fuera del beneficio los sentenciados por asesinato, violación, pederastia con violencia o conductas relacionadas con drogas, entre otros delitos severos, así como casos de corrupción y reincidentes.
La última cifra de prisioneros que se hizo pública oficialmente en Cuba fue en 2012: 57.337 presos, para una población total en la isla de 11 millones de habitantes.
La oposición o disidencia considera que entre ellos hay prisioneros por razones políticas, acusación que el gobierno rechaza y señala que las personas recluidas han sido condenadas por delitos comunes previstos en las leyes.
Según un reporte de 2018 de la Comisión Cubana de Derechos Humanos Y Reconciliación Nacional (CCDHRN), una organización disidente pero tolerada en Cuba, existen 120 presos "por razones políticas". De ellos, 12 están condenados a cadena perpetua.