La primera ministra de Bangladés emprendió viaje este sábado a Nueva York para participar en la Asamblea General de la ONU, donde exhortará a la solidaridad internacional ante el masivo flujo, en el sur del país, de más de 400.000 rohinyás que huyen de Birmania.
En tres semanas, el sur de Bangladés --fronterizo con Birmania-- se ha transformado en uno de los mayores campos de refugiados del mundo, debido al éxodo de esta minoría musulmana que abandona Birmania.
Unos 409.000 rohinyás han llegado a Bangladés desde fines de agosto, según fuentes de la ONU, huyendo de una campaña de represión del ejército birmano en respuesta a ataques de los rebeldes rohinyás contra comisarías el pasado 25 de agosto.
Los refugiados musulmanes rohinyás llegan a Bangladés --país musulmán-- agotados, desamparados y hambrientos tras días de caminatas. Autoridades locales y organizaciones internacionales se esfuerzan por hacerse cargo de esta marea humana, de una dimensión sin precedentes en este conflicto.