Consenso occidental: apoyo a Israel y que no escale crisis en O. Medio | El Nuevo Siglo
Domingo, 14 de Abril de 2024
Redacción internacional con AFP y Europa Press

AL UNÍSONO sonaron desde el sábado en la noche las alarmas diplomáticas en Estados Unidos, Europa, América Latina y Oriente Medio generando un consenso: evitar a toda costa que la crisis de Oriente Medio escale, un riesgo real tras el ataque sin precedentes -300 drones y misiles- contra Israel, que no alcanzaron sus objetivos gracias a la ‘cúpula de hierro’ que protege a este país.

Más allá del ‘derecho’ de Irán a responder al ataque israelí de semanas atrás contra su embajada en la ciudad siria de Damasco, donde murieron 9 personas, de ellos 7 mandos de los Guardianes de la Revolución y de una posible reacción israelí a la inédita ofensiva aérea de este sábado, tanto esos gobiernos, como sus vecinos, Occidente y el resto del mundo son conscientes que, como expresó el secretario general de Naciones Unidas al iniciar ayer el Consejo de Seguridad, “ni Oriente Medio ni el mundo pueden permitirse más guerras".

Cerrando filas tras el estado hebreo, tanto Estados Unidos como los líderes del G-7, el presidente de la Unión Europea y algunos mandatarios latinoamericanos, instaron la moderación para evitar una escalada que tendría consecuencias imprevisibles no solo para la región -en vilo desde hace más de seis meses por la guerra entre Israel y Hamás en Gaza- sino para el mundo entero.

En charla telefónica con el premier israelí, Benjamín Netanyahu, el presidente Joe Biden le ratificó su apoyo, pero le advirtió que no se sumaría a una eventual respuesta contra Teherán, por lo que le instó a “pensar cuidadosamente” sobre el impacto y consecuencias de que se desatara una escalada.

La Casa Blanca dijo que Biden no quería una guerra más amplia después de ayudar a su aliado clave a repeler un ataque masivo con drones y misiles de Teherán, en represalia por una presunta ofensiva israelí que mató a siete funcionarios iraníes en Damasco el 1 de abril.

"No queremos que esto se intensifique", afirmó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, en el programa "Meet the Press" de la cadena NBC. "No buscamos una guerra más amplia con Irán", agregó.

Señaló que Netanyahu estaba "muy consciente" de los sentimientos de Biden, después de que los dos líderes hablaran telefónicamente.

La pregunta entonces para Biden, que se enfrenta a una dura batalla de reelección contra Donald Trump en noviembre, es qué pasaría si Netanyahu sigue adelante de todos modos.

"Le pone en una situación muy difícil", dijo a la AFP Colin Clarke, director de investigación del Soufan Group. "Creo que sospecha de los motivos de Netanyahu en este caso... que Netanyahu está intentando ampliar la guerra a toda la región para desviar la atención de lo mal que le está yendo la guerra en Gaza".

El cálculo de Washington parece ser que Irán también consiguió lo que quería, con una demostración de fuerza en represalia por el ataque que atribuye a Israel en Damasco.

"Sin embargo, me temo que el 'statu quo' durará poco", afirmó James Ryan, director ejecutivo del Middle East Research and Information Project, advirtiendo de una "peligrosa espiral".

En Washington, altos funcionarios dijeron que aviones de combate estadounidenses habían derribado alrededor de 70 de las aeronaves no tripuladas, mientras que la Armada derribó entre cuatro y seis proyectiles balísticos.

Pero una fuente del gobierno confirmó que Biden le había dicho a Netanyahu que Washington no ofrecería apoyo militar para ninguna represalia contra Irán.

"No seríamos parte de ninguna respuesta que hagan", dijo el funcionario a periodistas en una llamada, hablando bajo condición de anonimato. "No nos imaginaríamos participando en tal acto".

La Unión Europea también respaldó su compromiso con la seguridad de Israel y tras condenar en “los términos más contundentes" el ataque iraní, sostuvo a través de su alto representante dela Política Exterior, Josep Borell que “en esta tensa situación regional la escalada no interesa a nadie. Pedimos la mayor contención a todas las partes y estamos dispuestos a contribuir para que ello no ocurra”.

Por su parte, los líderes de las siete mayores economías del mundo, aupados en el G7, ratificaron su "pleno apoyo" a Israel y fueron más allá al advertir que “tomarían medidas” en caso de "nuevas iniciativas de desestabilización" iraníes.

El grupo, formado por Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón, también subrayó "la necesidad de evitar una nueva escalada y llamó a las partes a abstenerse de acciones que aumenten las tensiones en la región".

“Ni una más”

La misma hoja de ruta, es decir el llamado tanto a la prudencia como a la contención” de las partes se escuchó en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, convocado extraordinariamente para tal fin.

"Oriente Medio está al borde del precipicio. Los pueblos de la región se enfrentan a un peligro real de conflicto generalizado y devastador. Este es un momento para la desescalada y la distensión. Es el momento de mostrar la máxima moderación", manifestó Guterres al instalar el debate.

El jefe del organismo multilateral condenó tanto la embestida aérea iraní contra territorio israelí como el impacto del dron en la embajada en Damasco, este 1 de abril, enfatizando el “principio de inviolabilidad" de las representaciones diplomáticas.

A renglón seguido sentenció: “Ni la región ni el mundo pueden permitirse más guerras…Es vital evitar cualquier acción que pueda conducir a grandes enfrentamientos militares en múltiples frentes en Oriente Medio".

Desde la revolución iraní de 1979, Israel e Irán han sido enemigos, luego de décadas de alianzas estratégicas durante la época del sha.

Pero hasta ahora Teherán se había abstenido de atacar frontalmente a Israel y los dos países estaban acostumbrados a enfrentarse a través de terceros, como el Hezbolá libanés.

El gobierno de Irán informó ayer que se “siente vengado” y por tanto “no tiene intención” de atacar nuevamente a Israel, pero que "no dudará en proteger sus intereses legítimos ante cualquier nueva agresión"

Su ministro de Exteriores, Hosein Amirabdolahian, insistió en un mensaje en X que el país “ejerció el derecho a su legítima defensa”, exaltando que, en una postura responsable hacia la paz y la seguridad regional e internacional, no habrá otra operación como la del sábado, que bautizó “Promesa Verdadera", salvo que sea atacado.

“Todas las opciones sobre la mesa”

En tanto, el presidente de Israel, Isaac Herzog, dijo que su país está estudiando "todas las opciones" para responder al ataque iraní que calificó como una "declaración de guerra", mientras que su Ejército confirmó que se aprobaron planes de defensa y ataque.

"Nos estamos conteniendo. Conocemos las repercusiones. Estamos consultando con nuestros socios y estamos considerando todas las opciones. Estoy muy seguro de que vamos a tomar las medidas necesarias para proteger y defender a nuestra gente. No queremos la guerra", sostuvo Herzog a la cadena británica Sky News, en línea con el gabinete liderado por Netanyahu.

Para Herzog, el ataque iraní es "solo un ejemplo más" de cómo actúa Irán, "extendiendo el caos, el terror y la inestabilidad por todo el mundo". "Ya ha llegado la hora de que el mundo se enfrente al imperio del mal que hay en Teherán y que deje claro que el régimen iraní no puede salirse con la suya, que esto es inaceptable", aseguró.

Por su parte el portavoz del Ejército, Daniel Hagari, indicó que están en alerta máxima y evaluando la situación. En las últimas horas hemos aprobado planes operativos de acciones tanto ofensivas como defensivas", y en cuanto al ataque iraní dijo que tuvo una respuesta “de defensa sin precedentes”.

Sostuvo que tanto el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) como Teherán quieren "incendiar" Oriente Próximo y una "escalada en la región".

A kilómetros de distancia, en Nueva York, el embajador del estado hebrero ante la ONU, Gilad Erdan, advirtió que Irán "está más cerca que nunca de la bomba nuclear" y por eso ha pedido medidas urgentes para parar a Irán.

La tensión mundial es alta pero también el compromiso diplomático para evitar que el ‘polvorín’ de Oriente Medio estalle, porque como todos lo admiten –inclusive el régimen iraní- ni la región ni el mundo aguantan otra guerra.