El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá el jueves para discutir la violencia en Birmania y la crisis de los rohinyás desplazados, afirmaron fuentes diplomáticas este lunes.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, se dirigirá al Consejo en la reunión convocada por siete países, incluyendo a Reino Unido, Francia y Estados Unidos.
En las últimas semanas, más de 430.000 personas, la mayoría rohinyás musulmanes, han huido de la violencia del ejército birmano hacia el vecino Bangladés.
La ONU ha descrito las operaciones militares, que detonaron por ataques de militantes rohinyás contra puestos de policía el 25 de agosto, como una "limpieza étnica"
Los presidentes Emmanuel Macron (Francia) y Recep Tayyip Erdogan (Turquía) denunciaron la situación como un "genocidio".
La reunión del Consejo fue solicitada también por Egipto, Kazajistán, Senegal y Suecia, que son miembros no permanentes.
Los miembros del Consejo también revisarán el martes la situación en Birmania, antes del informe oficial del jefe de la ONU, en una sesión que será pública.
El Consejo de Seguridad llamó a inicios de septiembre a tomar "pasos inmediatos" para terminar la violencia contra los rohinyás.
Los 1,1 millones de rohinyás han sufrido por años la discriminación en Birmania, donde se les ha negado la ciudadanía incluso cuando muchos tienen desde hace mucho raíces en el país.
A inicios de septiembre, Guterres envió una carta al Consejo para expresar su preocupación sobre la "catástrofe humanitaria" en desarrollo, elevando temores de que la situación podría tener "implicaciones para la paz y la seguridad" más allá de las fronteras de Birmania.
Los grupos de derechos humanos presionan para que el Consejo amenace con sanciones al gobierno birmano e inste a los países a revisar su cooperación militar.
La líder de Birmania, Aung San Suu Kyi, ha decepcionado a los defensores de derechos humanos que hicieron campaña por su liberación cuando la premio Nobel de la Paz permaneció 15 años bajo arresto domiciliario por una junta militar.