UN proyecto de ley con el que se rebajará la elevada presión fiscal, una de sus medidas estrella para recuperar la dañada economía del país anunció para fin de mes el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis.
El dirigente conservador, líder del partido Nueva Democracia y vencedor de las legislativas del domingo con mayoría absoluta en detrimento de la izquierda radical de Syriza, presidió su primer consejo de ministros.
Una "unión creativa de políticos y tecnócratas", como definió su gabinete, donde el 40% de sus integrantes son profesionales sin experiencia previa de gobierno.
Según anunció al inicio del consejo, una de las primeras medidas será presentar en el Parlamento, hacia el 30 de julio, un proyecto de ley "con las primeras reducciones de impuestos que prometimos a los ciudadanos".
Concretamente, el nuevo primer ministro conservador quiere reducir el impuesto de sociedades del 28 al 20%, el impuesto sobre la renta y también el impuesto de bienes inmuebles en un 30%, un asunto muy sensible en un país muy apegado a la propiedad de la residencia principal.
Igualmente quiere reducir en dos puntos los principales baremos del IVA, al 11 y el 22%, frente al 13 y el 24% que rigen actualmente.
Todos estos cambios deberían producirse en un plazo de dos años, según sus planes.
El objetivo de Mitsotakis es rebajar una presión fiscal que durante la última década se disparó en Grecia, y ha constreñido la renta disponible para los hogares y la actividad económica en general.
Las subidas de impuestos de estos años formaban parte de las exigencias de los acreedores internacionales, que desde 2010 sufragaron tres planes de rescate para evitar que el país se viera hundido por una gigantesca crisis de deuda pública.
El objetivo de esa presión fiscal era garantizar que el Estado griego mantiene unas finanzas públicas saneadas.
Las rebajas fiscales de Mitsotakis podrían encontrar reticencias de parte de Bruselas, que concretamente le exige a Grecia, de aquí a 2022, un excedente fiscal primario (es decir sin contar los intereses de la deuda) del 3,5% del PIB.
Durante la campaña electoral, Mitsotakis explicó a AFP que su estrategia consistirá en presentar primero "un paquete global de reformas" a Bruselas, y luego renegociar a la baja unos objetivos de superávit que "son demasiado altos" y dañan el crecimiento.
Grecia sigue teniendo el nivel más alto de deuda pública de la UE (un 180% del PIB), y su economía creció un 1,9% el pasado año.