CON pronóstico reservado y en cuidados intensivos tras ser sometido de urgencia a una operación quirúrgica por complicaciones resultantes de la puñalada que hace una semana le propinaron en el abdomen, se encuentra el candidato presidencial brasileño, Jair Bolsonaro.
Bolsonaro, con un diagnóstico de obstrucción intestinal, "fue llevado a cirugía de emergencia, donde se le retiraron las adherencias del intestino y se liberó el punto de obstrucción", precisó el parte médico del hospital israelita Albert Einstein de Sao Paulo.
"La intervención duró dos horas. El paciente evolucionó favorablemente después de la cirugía, sin complicaciones, y se halla en la Unidad de Cuidados Intensivos", concluyó.
Bolsonaro había pasado el martes a cuidados intermedios, debido a su evolución favorable tras el ataque que sufrió el jueves 6 de septiembre durante un mitin en Juiz de Fora (Minas Gerais), cuando un hombre le asestó una puñalada que le ocasionó tres perforaciones en el intestino delgado, una lesión grave en el intestino grueso y otra en una vena del abdomen.
"¡La cirugía de emergencia terminó bien, gracias a Dios! Mi padre está pagando un precio muy alto por querer rescatar a Brasil, está literalmente dando su sangre", escribió en Twitter su hijo Flávio, diputado de la Asamblea del Estado de Rio de Janeiro y candidato al Senado federal.
Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), lidera las encuestas para la primera vuelta del 7 de octubre, con 24% a 26% de intenciones de voto. Pero sus declaraciones de tintes misóginos, racistas y homófobos le valen el mayor índice de rechazo, de 43% según Datafolha.
El autor del ataque, Adélio Bispo de Oliveira, un exmilitante del partido de izquierda Psol, detenido de inmediato, dijo haber actuado por motivos "políticos" y "religiosos".
"Yo, como millones de personas, por los discursos de la persona referida (Bolsonaro) me siento literalmente amenazado", afirmó en una audiencia filmada al día siguiente del atentado y difundido el martes 11.
El ataque sacudió la campaña y agregó un nuevo elemento de incertidumbre a estas elecciones, las más inciertas y polarizadas de las últimas décadas en Brasil.
Inicialmente se preveía que Bolsonaro permaneciera unos diez días hospitalizado, pero la nueva operación podría dejarlo fuera de los debates televisivos de la primera vuelta, según admiten en su entorno.
El compañero de fórmula de Bolsonaro es Hamilton Mourao, un general de reserva de 64 años, quien en 2017 afirmó que si la vida política seguía degradándose en Brasil -por las acusaciones de corrupción-, el Ejército se vería obligado a "buscar la solución".
Precisamente por la incertidumbre electoral, a pocos días de la elección presidencial (7 de octubre), agravada por el estado de salud de Bolsonaro y el inevitable desestimiento de la candidatura por parte del expresidente, hoy encarcelado, Luis Inacio Lula da Silva, se comienza a reflejar en los mercados.
Así, ayer el real cerró en un mínimo histórico de 4,197 unidades por dólar, con una caída de 1,12% respecto al cierre previo, lastrado por las incertidumbres sobre el 7 de octubre.
En lo que va del año, la divisa brasileña se depreció 21,06%.
El récord anterior, de 4,166 reales por dólar, remontaba al cierre del 21 de enero de 2016. Durante la jornada, llegó a los 4,20 reales, aún algo por debajo del récord de cotización intradiaria (4,249 reales por dólar) de septiembre de 2015