Descontado triunfo del exvicepresidente y segundo lugar de Sanders harán más  interesante y decisivo el Súper Martes de este 3 de marzo.

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AUNQUE le llegó la hora de saborear el triunfo al exvicepresidente Joe Biden, ya que todas las encuestas lo vaticinan como vencedor hoy en las primarias de Carolina del Sur, el sabor agridulce de su campaña se mantiene ante el creciente favoritismo por el veterano senador Bernie Sanders, que sigue al frente de la carrera presidencial demócrata.

Biden, a quien hace seis meses todos lo daban como el ‘sin rival’ para alzarse con la candidatura partidaria y así enfrentar al presidente republicano Donald Trump quien aspira a la reelección, ha visto cómo en el escrutinio de las tres primarias realizadas (Iowa, New Hampshire y Nevada) los apoyos no le han sido tan favorables. En cambio, Sanders, desde que se inició este largo proceso, descolló como la persona que concita el interés no solo de la izquierda que representa sino ha ido más allá, recabando votos de otros sectores demócratas.

Así, al culminarse el primer mes de las primarias, la lucha del espectro político entre el centro evocado por Biden y la izquierda -o el progresismo como algunos lo llaman- ha sido muy diferente a las registradas históricamente en el Partido Demócrata.

Y, aunque en la primaria de hoy en Carolina del Sur están en juego solo 54 delegados, es una cita clave para medir la temperatura política en la antesala del Súper Martes de este 3 de marzo donde estarán en juego ciento de delegados porque se realiza la consulta en las urnas simultáneamente en 14 Estados.

Biden, que hasta el mes pasado encabezaba la intención de voto entre los demócratas de todo el país, llega malherido a la contienda de Carolina del Sur tras quedar cuarto en Iowa, quinto en New Hampshire y en un lejano segundo puesto con respecto a Sanders en Nevada.

El exvicepresidente encabeza todas las intenciones de voto para la cita en las urnas de hoy. Le dan una ventaja entre 15 y 20 puntos porcentuales frente a Sanders, pero ello no es de extrañarse ya que ese Estado tradicionalmente ha votado por el candidato del centro.

Lo que si sorprende es el ascenso en las encuestas del multimillonario empresario Tom Steyer, quien se la ha jugado toda para esta jornada y sería encasillaría en un tercer lugar, si se cumple el vaticinio del 15% de los sondeos. Los mismos que dan Biden entre 25 y 40% y a Sanders, entre 16 y 19 por ciento.

El que tiene más en juego en esta primaria es, obviamente Biden, cuyo triunfo y sobre todo tan holgado como lo señalan los vaticinios le es vital para seguir perfilado con posibilidades para la nominación presidencial.

El portal FiveThirtyEight pronostica que Biden ganará Carolina del Sur con un porcentaje que rondará aproximadamente el 40 por ciento de los votos. Si ello es así, sumaría a su haber 32 de los 54 delegados en liza, mientras que Sanders lograría adicionar otros 14, marcando importante distancia con el exalcalde de South Bend (Indiana), Pete Buttigieg, quien apenas lograría un delegado. Esto no es tan seguro ya que la senadora de línea izquierdista, Elizabeth Warren, podría arrebatárselo.

Mientras el empresario Steyer lograría sus primeros 5 delegados. Este exfinancista de California devenido en filántropo y activista medioambiental, ha gastado decenas de millones de dólares solamente en Carolina del Sur, la mayoría en anuncios que inundan la televisión.

Sus principales promesas de campaña son atender el cambio climático y reparar a los descendientes de los esclavos, entre otras medidas financiando a universidades de las comunidades negras que han sido históricamente marginadas.

Otro termómetro de la intención ciudadana demócrata es el que realiza RealClear Politics que en su orden ubica a los precandidatos para Carolina del Sur así: Biden, 26%, Sanders, 16%, Tom Steyer, 15%, mientras que Warren, Buttigieg, la senadora Amy Klobuchar y el empresario Tulsi Gabbgard no superarían la barrera del 15%, la que es indispensable para alcanzar algún delegado.

Durante la semana y tras el debate del martes, donde toda la artillería se enfiló contra el posicionado Sanders, todos los precandidatos han multiplicado sus actos de campaña y en línea con lo que dijeron esa noche, han reiterado las que en su opinión consideran fallas del senador Vermont y la preocupación porque sea el ‘elegido’ para enfrentar a Trump, ya que aseguran que no lo podría vencer.

En ese sentido, Buttigieg argumentó que Sanders hundirá el voto demócrata y que arrastrará con él a miembros de la Cámara de Representantes y del Senado en los estados indecisos. Para el exalcalde, si el senador por Vermont se hace con la candidatura demócrata significa "cuatro años más de Donald Trump (...) y la incapacidad de tener el Senado en manos demócratas".

Buttigieg y el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg han advertido ya de que si el partido no consigue hacer un frente común ante Sanders antes del 3 de marzo, este podría lograr un número "irremontable" de delegados.

Entre tanto, Joe Biden recibió esta semana un respaldo clave, que aumenta su esperanza no sólo de ganar en Carolina del Sur y frenar así el impulso de Sanders, sino, que de una vez por todas, despegue con viento favorable, su campaña.

Se trató del apoyo del legislador Jay Clyburn, el demócrata más influyente de Carolina del Sur y el afroamericano de más alto rango en el Congreso, lo que podría consolidar la adhesión de Biden entre los votantes negros -no solo en el Estado sino a nivel nacional- un electorado crucial para obtener la nominación y para que el Partido Demócrata triunfe en noviembre.

"Carolina del Sur debería votar por Joe Biden", dijo Clyburn, en un evento donde lo consideró el "mejor preparado" para "restaurar la dignidad y el respeto del país".

Clyburn destacó los ocho años de Biden como vicepresidente de Barack Obama, primer mandatario negro de Estados Unidos. "Joe continuará el legado de Obama", aseguró en un video en Twitter.

Y mientras el partido demócrata, con visibles grietas internas continúa su proceso partidario, el presidente candidato Donald Trump sigue gobernando con viento a favor por sus positivos guarismos económicos, lo que sin duda apuntalan con paso firme su camino a lograr otros cuatro años más.

Hoy los ojos de la política estadounidense se vuelven hacia Carolina del Sur, el pistoletazo de salida para la gran semana electoral entre los demócratas, porque el próximo martes se deciden un tercio de los delegados.

El llamado Supermartes será el escenario de primarias en California, Texas, Carolina del Norte, Virginia, Massachusetts, Minnesotta, Colorado, Tennessee, Alabama, Oklahoma, Arkansas, Utah, Maine, Vermont y Samoa Americana. Y los resultados comenzarán a develar a los que realmente tienen posibilidad de alcanzar la nominación, así como los que deberán dar un paso al costado