Beneficios por 2.500 millones de reales (640 millones de dólares) para mejorar las condiciones de trabajo de los camioneros, con el fin de evitar una huelga como la que el año pasado paralizó al país, anunció el gobierno brasileño, después de que la presión de ese sector llevara al presidente Jair Bolsonaro a pedir a Petrobras el aplazamiento de un aumento de los precios del diésel, provocando un derrumbe de más de 8% de las acciones de la petrolera controlada por el Estado.
Las medidas comprenden una línea de crédito de 500 millones de reales (más de 128 millones de dólares) para la compra de neumáticos y mantenimiento de vehículos, con un límite de 30.000 reales por camionero, indicó en una rueda de prensa el ministro jefe de la Casa Civil (jefe de gabinete), Onyx Lorenzoni.
El ministro de Infraestructura, Tarcísio Gomes, anunció además un paquete de 2.000 millones de reales para conclusión de obras viales y mejora de la seguridad de los camioneros.
Esas medidas se proponen igualmente incentivar la creación de cooperativas para compras colectivas y reducir el número de intermediarios entre transportistas y contratistas.
Se estudia además la creación de una "tarjeta de combustible", que garantice el precio del diésel establecido en un contrato.
Lorenzoni aclaró que el paquete de 2.000 millones se financiará cortando partidas de otros ministerios, a fin de respetar el límite de techo de gastos presupuestarios.