LUEGO del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio el pasado miércoles en Ecuador, un nuevo dirigente político fue víctima de homicidio en ese país.
Se trata de Pedro Briones, dirigente del partido Revolución Ciudadana en la provincia de Esmeraldas, al noroccidente del territorio.
De acuerdo con información de miembros del partido, Briones recibió un impacto de bala.
"Otra pérdida que nos parte el alma. Una bala asesina acabó con su vida. ¡Hasta cuándo! Solidaridad con su familia. Por ti compa querido, vamos a vencer", escribió en su cuenta X (antes Twitter) Paola Cabezas Castillo, exgobernadora de Esmeraldas.
Por su parte, la candidata presidencial Luisa González, de la misma colectividad, afirmó que "Ecuador vive su época más sangrienta". Y agregó: "Esto se lo debemos al abandono total de un gobierno inepto y a un Estado tomado por las mafias".
Reacciones
El expresidente socialista Rafael Correa (2007-2017) se sumó a los lamentos. "Asesinaron a otro compañero nuestro en Esmeraldas. ¡Ya basta!", escribió en la misma red social.
El Ministerio del Interior y la Policía no se han pronunciado ante consultas de la prensa.
Cabe mencionar que Briones era dirigente local en la convulsa provincia costera de Esmeraldas (noroeste y fronteriza con Colombia) por el movimiento Revolución Ciudadana, de Correa.
El Universo, el principal diario del país, informó citando fuentes de la policía que dos pistoleros balearon a Briones.
El crimen se produjo después de que Villavicencio fuera asesinado a tiros por un sicario colombiano el 9 de agosto, cuando salía de un mitin político en Quito.
Una semana antes, el experiodista de investigación, cuyas denuncias de corrupción derivaron en una condena a ocho años de cárcel para Correa, dijo haber sido amenazado de muerte por el detenido líder de la banda criminal "Los Choneros", la principal de Ecuador y aliada del cartel mexicano de Sinaloa.
El gobernante Guillermo Lasso responsabilizó del inédito hecho al crimen organizado, aunque las autoridades no han determinado quién afectará la muerte.
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En pleno proceso para los comicios de este domingo, previamente fueron asesinados un alcalde y un candidato a diputado. De igual manera, en el camino para las elecciones locales de febrero pasado también se produjo el homicidio de dos aspirantes a alcaldías.
Organizaciones criminales con nexos con el narco sostienen una guerra por el poder dentro y fuera de las calles.
Homicidios
La tasa de homicidios aumentó a 26 por cada 100.000 habitantes en 2023, casi el doble de lo registrado el año anterior.
Ecuador, ubicado entre Colombia y Perú ‒principales productores mundiales de cocaína‒, ha decomisado más de 530 toneladas de drogas desde 2021, año en el que las incautaciones alcanzaron el récord de 210 toneladas.
En tanto, la Alcaldía de Esmeraldas también lamentó el hecho: “Sumamente consternados por el deceso del Director Parroquial de San Mateo, Pedro Briones, expresamos nuestras sentidas condolencias a sus familiares y seres queridos”.
Antes de Villavicencio también habían sido asesinados de manera similar otros políticos y candidatos como es el caso del alcalde de Manta, Agustín Intriago, y el candidato a asambleísta por Esmeraldas Ryder Sánchez, de la alianza Actuemos, que lidera el exvicepresidente Otto Sonnenholzner, ambos ocurridos en julio.
También tuvo mucha repercusión el asesinato de Omar Menéndez, candidato de la Revolución Ciudadana a alcalde de Puerto López, ocurrido a tan solo un día de una votación de autoridades municipales celebrada el 5 de febrero.
Esta serie de asesinatos se enmarcan dentro del auge de la violencia que se vive en Ecuador, que hizo que el año pasado acabase con 25,32 homicidios por cada 100.000 habitantes, la cifra más alta de su historia.
El Gobierno atribuye este fenómeno al crimen organizado y al narcotráfico, que se han hecho fuertes sobre todo en la zona costera de Ecuador, donde han convertido a los puertos ecuatorianos en grandes lanzaderas para hacer llegar cocaína a Estados Unidos y Latinoamérica.