El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés), advirtió una inminente catástrofe ya que el año pasado la cantidad de civiles que huyeron del conflicto en Somalia se elevó a 320.000, siendo esta la cifra más alta en cuatro años.
El informe de la ONG noruega, publicado este miércoles indicó que este número es superior a las 202.000 personas desplazadas en 2017.
Evelyn Aero, asesora regional del grupo, dijo en un comunicado: “estamos alarmados por el fuerte aumento en el número de civiles obligados a huir de sus hogares en Somalia. El conflicto está empeorando para los civiles, dejando a miles de personas más sin hogar. Si esta tendencia preocupante continúa, podría llevar a una catástrofe”.
La mayoría de personas que huyen del conflicto en el país son de la región Shabeellaha Hoose.
El asesor advirtió que los desplazados viven en abarrotados campamentos donde los servicios de salud son escasos, países como Kenia que brindan refugio a los somalíes ya no registran nuevos refugiados.
“Estas familias se refugian en campamentos atestados de personas desplazadas en Somalia, que viven en albergues endebles. Son vulnerables a la malaria, los desalojos, la inseguridad y la violencia de género. Los niños pequeños son especialmente vulnerables a la desnutrición y las enfermedades. Necesitan urgentemente más ayuda para sobrevivir”, aseveró Aero.
Muchas personas más son desplazadas debido a sequías, desalojos e inundaciones, entre otras causas. La solicitud de ayuda humanitaria de Naciones Unidas para Somalia en 2019 es de USD 1.080 millones, hasta el momento solo se han financiado USD 67 millones.