El alto comisionado de la ONU para los refugiados (ACNUR), Filippo Grandi, pidió el martes a los países de América Latina mantener sus "puertas abiertas" para los migrantes y refugiados venezolanos, sin limitar su ingreso.
"La solidaridad en América Latina ha sido una vez más remarcable" frente a la crisis en Venezuela, dijo Grandi en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la situación de los refugiados en el mundo.
"A pesar de la carga que pesa sobre ustedes, dejen la puerta abierta y alivien las restricciones impuestas a los venezolanos" que huyen de su país, pidió el jefe de la ACNUR dirigiéndose a los países anfitriones y de tránsito.
Grandi dijo a periodistas que no se debe restringir el ingreso a las personas que huyen. Algunos países latinoamericanos exigen documentos de identidad a los exiliados para autorizar una estadía en su territorio.
Grandi afirmó que "3,4 millones de venezolanos han abandonado el país", entre migrantes y refugiados que huyen por diversas razones: problemas de subalimentación, búsqueda de medicamentos para enfermedades crónicas, o a raíz de la violencia y la inseguridad.
"Colombia, Perú, Ecuador y Brasil son los países más concernidos" por esta ola de emigración, dijo, y aseguró que en total "15 países reciben a venezolanos" en la región.
A pocos días de una reunión prevista esta semana en Quito para discutir la ayuda financiera y los programas de ayuda a los refugiados, Grandi subrayó que "el apoyo a estos países (que reciben venezolanos) debe ser aumentado" a través de fondos de la ONU y de instituciones financieras internacionales.
La ONU prevé que a fines de este año la cifra de migrantes venezolanos alcance los 5,3 millones de personas, en el marco de la peor crisis humanitaria de América Latina en tiempos de paz.