Insurgencia Kurda llamada a abandonar Turquía por su líder | El Nuevo Siglo
Jueves, 21 de Marzo de 2013

El encarcelado líder kurdo Abdulá Ocalan llamó el jueves a los insurgentes a abandonar las armas y a retirarse del territorio turco para poner fin a un conflicto de casi tres décadas que dejó 45.000 muertos, una iniciativa saludada con prudencia por el gobierno en Ankara.

"Hemos entrado en una etapa en que las armas deben callar", afirmó Ocalan en una carta leída en Diyarbakir (sudeste) por un legislador local ante decenas de miles de personas que festejaban el Año Nuevo kurdo, o "Newroz".

Ocalan también llamó a los insurgentes armados del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) a "retirarse de Turquía", alegando que "es tiempo de que la política prevalezca".

El gobierno exige que los cerca de 2.000 combatientes del PKK abandonen el territorio turco antes del otoño boreal y se comprometió a obtenerles un salvoconducto para ir a Irak, donde esa organización tiene numerosas bases.

Desde la fundación del PKK en 1984, Ocalan ya había llamado cuatro veces a la paz, pero esas propuestas fueron rechazadas por Ankara o torpedeadas por los sectores más intransigentes de los separatistas.

Esta vez, las cosas parecen perfilarse bajo mejores augurios.

El primer ministro Tayyip Erdogan se dijo abierto a esta iniciativa.

"Si (el PKK) cesa las acciones militares, nuestras tropas no emprenderán más operativos militares", declaró el jefe del gobierno islamista conservador en La Haya, donde efectúa una visita oficial.

Erdogan ya se había declarado determinado a impulsar contra viento y marea el actual proceso, desafiando a la oposición nacionalista turca que lo acusa de "traición".

En la acera de enfrente, el comandante militar del PKK, Murat Karayilan, prometió acatar la orden lanzada por Ocalan desde la cárcel donde purga desde 1999 una condena a prisión perpetua.

"Todos tienen que saber que el PKK está preparado tanto para la paz como para la guerra. En ese marco, vamos a plasmar con determinación en los hechos el proceso iniciado por 'Apo' [el sobrenombre de Ocalan]", proclamó Karayilan, citado por la agencia de prensa prokurda Firat News, desde una base del PKK en el norte de Irak.

El llamado al cese de hostilidades culmina varios meses de discretas negociaciones entre los servicios secretos y Ocalan, encarcelado en la isla de Imrali, cerca de Estambul.

Estados Unidos celebró el llamado de Ocalan, afirmando que el conflicto "se ha tomado demasiadas vidas".

Para la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, el cese al fuego podría contribuir a acabar con "más de tres décadas de terrible violencia en Turquía".

Los kurdos, en su gran mayoría musulmanes sunitas, ocupan un territorio de cerca de 500.000 km cuadrados, a caballo entre Turquía, Irán, Irak y Siria.

Su número varía, según las fuentes sean turcas o kurdas, entre 25 millones y 35 millones. De 12 a 15 millones viven en Turquía, unos 5 millones en Irán, 4,5 millones en Irak y dos millones en Siria. También hay importantes colectividades kurdas en Azerbaiyán, Armenia, Líbano y en Europa, principalmente en Alemania.

Los contactos entre las autoridades turcas y Ocalan se iniciaron el año pasado, tras un recrudecimiento de atentados contra las fuerzas de seguridad.

En Diyarbakir, la explanada con la hoguera del "Newroz" estaba engalanada con banderas con los colores kurdos: rojo, amarillo y verde.

"Nos despertaremos mañana en un año realmente nuevo, en el Newroz de una nueva era", escribió el miércoles en su cuenta de twitter el diputado kurdo Selehattin Demirtas.

"Creo en la paz", afirmó Ahmet Kaplan, un anciano campesino, de una aldea cercana. "Tengo un hijo en las montañas [con el PKK] y otro en el ejército. Esto tiene que acabar, no podemos dejar que las madres sigan llorando", agregó.

El llamamiento a silenciar las armas constituye también una prueba de la popularidad del fundador del PKK.

Una gigantesca pancarta en un estrado pedía: "Una solución democrática. Libertad para Ocalan" y miles de personas coreaban: "¡En la paz como en la guerra, estamos contigo, jefe!"

Ocalan afirmó que su objetivo, con este acuerdo, era la "democratización de toda Turquía".

El cese de hostilidades debería conducir a una ampliación de los derechos constitucionales de los kurdos y a la liberación de miles de personas detenidas por sus vínculos con el PKK, una organización catalogada como terrorista por Ankara y sus aliados occidentales.

Ocalan debería llamar a la formación de comisiones que garanticen el paso de los combatientes del PKK a Irak sin incidentes.

Como señal de buena voluntad, el PKK liberó la semana pasada a ocho rehenes turcos capturados hace dos años.

Desde la llegada de Erdogan al poder en 2002, la minoría kurda obtuvo mayor reconocimiento cultural y lingüístico.

AFP.