Una noticia preocupante enmarcó el arranque de la segunda y última semana de negociaciones sobre el cambio climático en Lima: las promesas de Estados Unidos, China y la Unión Europea de disminuir en las próximas décadas sus emisiones de carbono son importantes pero insuficientes para frenar el calentamiento global.
Según un reporte difundido ayer, si se alcanzan los objetivos trazados por los tres grandes emisores de carbono –responsables de la producción de más de la mitad de los gases de efecto invernadero en el mundo- el resultado sería una reducción de temperatura de 0,2ºC a 0,4ºC hacia 2100, según Climate Action Tracker (CAT), un conglomerado de organizaciones que hacen el seguimiento de políticas sobre cambio climático.
“China, Estados Unidos y la Unión Europea proponen acciones adicionales, que si se implementan, reducirían el calentamiento terrestre proyectado a unos 3ºC”, dijo Bill Hare, director ejecutivo de Climate Analytics y coautor del informe.
“Esto es mejor de lo que hubiera sido (sin reducción de las emisiones), pero aún sustancialmente más alto del objetivo de calentamiento por debajo de 2ºC acordado casi universalmente”, destacó.
En noviembre, en acuerdo con Estados Unidos, China se comprometió por primera vez a limitar sus emisiones de gases de efecto invernadero, que deben alcanzar un pico en 2030 y comenzar a descender.
Estados Unidos por su parte se comprometió a cortar hacia 2025 sus emisiones de carbono en un 26-28% comparado con los niveles de 2005.
En octubre, las 28 naciones de la UE acordaron recortar sus emisiones en al menos un 40 por ciento hacia 2030 en relación a los niveles de 1990.
La CAT afirma que ahora otros grandes emisores de carbono como India deberían anunciar sus planes de reducción, y advierte que, de 22 países que fueron analizados, “muy pocas promesas son consistentes con limitar el calentamiento global por debajo de los 2ºC”.
Entre tanto en Lima, tras una primera semana de intercambios entre las delegaciones de 195 países, se espera que ahora la conferencia tome un giro más político, con la llegada hoy de los ministros y del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
Sobre el tablero están planteadas las preguntas sobre cómo asumirán los países desarrollados su responsabilidad sobre el calentamiento del planeta y si aceptarán conceder ayudas a los países en desarrollo para mitigar los efectos del cambio climático.
En Lima se deben consensuar los puntos esenciales que se llevarán el año próximo a la conferencia de París, donde se espera finalizar un acuerdo para su entrada en vigor en 2020.
La espinosa cuestión del financiamiento ya prometido hasta 2020 complica las discusiones, pues la hoja de ruta para colocar 100.000 millones de dólares anuales para esa fecha aún está por definirse.
Adicionalmente, un estudio de Naciones Unidas difundido hace pocos días alertó que los costos de adaptación de los países en desarrollo para hacer frente al cambio climático son mucho más elevados de lo calculado. Esos costos "podrían incrementarse a 150.000 millones para 2025/2030, y entre 250.000 millones y 500.000 millones de dólares para el año 2050", según la ONU./EL NUEVO SIGLO - AFP