Así pueden calificarse los juicios de aventurados espectadores sobre la obra del ministro que el país no entendió. Desde antes de posesionarse, se conocía del gran reto que enfrentaría el actual ministro de Transporte Germán Cardona en darle un giro a una cartera caracterizada por la difícil herencia del plan 2.500; los escándalos de corrupción de los Nule y la adjudicación de las autopistas de las Américas. Claro que nos dejó hablando solos con el “aeromuerto” de Palestina, Caldas, que él rechazó recién juramentado y terminó apoyándolo.
Inviernos. Cardona, con excelente bagaje en la administración pública (como gobernador de Caldas y alcalde de Manizales) se enfrentó “al toro más bravo” inmediatamente posesionado: la recia ola invernal cobraba la factura del atraso vial del país, expuesto a caminos para recuas de mulas en pleno siglo XXI. Las montañas y ríos tuvieron paralizado al país y de ñapa, como “el mejor ingeniero es el verano”, y no se ven las obras, cuando este llega, tampoco hace nada como en el caso de La Mojana sucreña y la carretera a Guaduas.
A organizar. El ministro abogó por la liquidación del INCO luego de continuos escándalos de corrupción, y logró, en cambio, la creación de la ANI. A su vez, inició la transición de las concesiones de 3ª a 4ª generación, con la misión de poner en marcha el plan de concesiones más ambicioso de la historia del país. Sus metas fueron no volver a adjudicar una vía sin los predios adquiridos; sin el diseño definitivo listo y sin la apropiación presupuestal aprobada: De esta manera planeaba evitar las cuantiosas demandas contra la Nación de parte de concesionarios y propietarios de predios.
Deudas. Corre el insistente rumor de la pronta salida del ministro Cardona, pero las causas de su retiro se deben más a la suerte del Presidente Santos, quien no quiere caer en materia de popularidad. El desconocimiento de los medios de la labor del ingeniero manizaleño no ha aportado los puntos en favorabilidad necesarios, en un entorno de polarización política y un debate reeleccionista pronto a dar inicio. Mientras tanto, Santos ofrece imposibles habidos y por haber y el país continúa relegado a la deshonrosa posición de tener una de las mallas viales más pobres del continente.
En China. En la recta final del periplo por el continente asiático, Cardona no negó ni confirmó si se va de la cartera que desempeña desde el 7 de agosto de 2010 y se muda para Roma como embajador ante el Vaticano. En declaraciones a Yamid Palacio, el enviado de La W, confesó que desde febrero le manifestó al Presidente su deseo de irse del gabinete, tan pronto hubiese adjudicado, como ya hizo, una serie de contratos fundamentales para la red vial nacional. Ante la insistencia del periodista, el ministro expresó que él no quiere “chiviar” o salirle adelante al Mandatario, quien es, por razones obvias, el encargado de anunciar sus propios nombramientos de ministros y embajadores.