Inglés, el favorito en redes sociales | El Nuevo Siglo
Miércoles, 28 de Junio de 2017
Redacción Web

Este jueves se celebra el día de las redes sociales, festividad que rinde homenaje al fenómeno cultural que conecta a usuarios con sus celebridades favoritas y la información que les interesa. En internet, más del 50% de los sitios están en inglés, y más de 366 millones de usuarios usan este idioma a diario para comunicarse en las redes sociales. La firma auditora GNIP realizó un estudio en 2016 en el que encontró que en Twitter cerca de 241 millones de usuarios hablan inglés y 78% de ellos lo hablan como su segunda lengua.

“Hacerse entender en internet es una de las motivaciones principales para quienes desean aprender inglés. Las personas han encontrado en este medio la vía ideal para perfeccionar su conocimiento con profesores nativos y clases personalizadas y así no perderse oportunidades de conocimiento o relaciones como las que ofrecen las redes”, comentó Andrés Moreno, CEO de Open English.

Es inevitable que palabras de otros idiomas entren en nuestro vocabulario y el inglés, gracias a las redes sociales y el internet, que es uno de los que más ha aportado expresiones a fenómenos sociales y culturales en el último tiempo.

Los canales de social media están llenos de jerga en inglés con la que todos debemos aprender a sobrevivir, es por ello que la popularidad de acrónimos como OMG (¡Oh por Dios!), FYI (para su información) o LOL (reír a carcajadas), son cada vez más comunes y todos ellos provienen del inglés.

La popularización de anglicismos, ha llevado a la academia de la lengua a agregar ciertas palabras ante el uso masivo de las mismas. Por ejemplo, hablamos de marketing, nos tomamos selfies, llamamos por nuestro smartphone y contratamos a un coach de vida para ayudarnos a alcanzar nuestras metas. El inglés es el idioma de las redes sociales y es vital dominarlo para poder seguir la conversación. 

Situaciones jocosas se han desencadenado gracias a malos entendidos o desconocimiento del lenguaje, como aquella ocasión en la que una popular figura política en lugar de decir good afternoon (buena tarde), envió un mensaje diciendo good late. Errores y momentos bochornosos que pueden ser evitados con el conocimiento del idioma.