La inflación básica se sitúa por debajo del 3% y se espera que la inflación general converja a dicho valor, tal como lo pronosticaron los miembros de la Junta Directiva del Banco de la República.
El pronunciamiento obedece al encuentro del pasado 19 de diciembre de 2014, en el que mencionaron que, al finalizar 2014 la inflación se situará en la mitad superior del rango meta. La desviación respecto al punto central de 3% es temporal y se explica fundamentalmente por la corrección de caídas transitorias en algunos precios en el pasado y por aumentos temporales en otros.
Uno de sus miembros opinó que, en un contexto de brecha del producto cerrada, el fuerte dinamismo actual de la economía puede generar presiones inflacionarias.
Indicaron que la Junta es consciente que la devaluación reciente del peso podría traer un aumento en el IPC. Esto no debería afectar las expectativas de inflación en la medida en que la devaluación se traslada a los precios por una sola vez y, por lo tanto, la inflación presenta aumentos que posteriormente se revertirán. La reunión ordinaria de la Junta Directiva del Banco de la República contó con la presencia del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, el gerente General, José Darío Uribe Escobar, y los directores: Carlos Gustavo Cano Sanz, Ana Fernanda Maiguashca Olano, Adolfo Meisel Roca, César Vallejo Mejía y Juan Pablo Zárate Perdomo.Es de recordar que por unanimidad decidió mantener la tasa de interés de intervención en 4,5%, al tiempo que resaltaron que la economía enfrentará en el horizonte de política una desaceleración en su ritmo de crecimiento, como resultado del choque de términos de intercambio y el débil entorno externo.
Algunos de sus miembros subrayaron los riesgos del impacto en la caída en los precios del petróleo en socios comerciales importantes para Colombia, como Venezuela y Ecuador.En relación con el contexto macroeconómico el equipo técnico resaltó que en diciembre el precio internacional del petróleo continuó descendiendo, y se situó en niveles que no se observaban desde 2009. Al parecer, algunos factores de oferta y demanda sugieren que gran parte de este descenso es de carácter estructural. Pese a ello, la incertidumbre sobre el nivel futuro del precio del petróleo sigue siendo elevada.
Las monedas de varios países emergentes se siguen depreciando, sus primas de riesgo-país se han incrementado y el precio de los activos financieros se ha deteriorado. Este comportamiento ha sido mucho más acentuado en los países productores del crudo como Colombia.