Los problemas de inflación que enfrentó el país en los primeros meses de este año cambiarán según Rafael Mejía, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia. Mejía aseguró que la acumulación de alimentos, consecuencia de la devaluación, importación de productos fertilizados y el fenómeno del Niño, derivaron en un alza en los precios de la canasta familiar.
“Estamos preocupados por la acumulación de alimentos, esto por devaluación e importación de productos fertilizados, pero también por el fenómeno del Niño, cualquier efecto en los productos afecta la canasta familiar”.
Para la SAC los precios de la canasta familiar dependen de cada producto, “no es lo mismo que suba el tomate de árbol que lo haga la papa”. Insiste que es importante sustituir algunos productos para no afectar el bolsillo.
Colombia enfrenta la mayor inflación anual de los últimos diez años (7,98%), el manejo del costo de vida parece que es una guerra perdida, no solo para el Gobierno sino para la política monetaria que ha implementado el Banco de la República.
En marzo, el Índice de Precios al Consumidor, IPC, subió 0,94% y reflejó que el rumbo de la inflación no va a ceder como lo pronosticaba el Gobierno sino que por el contrario seguirá subiendo.
El impacto del fenómeno del Niño y la fuerte devaluación del peso están rompiendo todos los pronósticos. No en vano el costo de vida de los colombianos se ha incrementado considerablemente, sobre todo por alimentos, bienes básicos, servicios, transporte, educación y salud.
Desde que el Banco de la República comenzó en septiembre de 2015 a modificar su política monetaria cuando las tasas de interés estaban en 4,25% y decidió hacer aumentos escalonados de 0,25 puntos porcentuales, la inflación anual estaba en 5,35%.