El índice oficial de inflación es la estadística menos creíble en Argentina, según analistas, y el Fondo Monetario Internacional (FMI) emplazó al gobierno a elaborar una cifra que se ajuste a la realidad so pena de aplicar sanciones al país.
El índice minorista es el dato más ignorado para hacer cálculos serios en la nación sudamericana y ni siquiera lo toman en cuenta los sindicalistas oficialistas ni los economistas afines al gobierno de la presidenta Cristina Kirchner.
El directorio del FMI lamentó esta semana la falta de avances con Argentina para mejorar la calidad de las estadísticas y le dio un ultimátum de tres meses para que ponga en orden sus cuentas.
El estatal Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) está intervenido desde 2007 y desde entonces las consultoras privadas sitúan el índice de precios al consumidor en el doble o el triple del 9% ó 10% anual que difunde el organismo oficial.
"No creo que vaya a haber algún cambio en Argentina por esta resolución del FMI, porque el país no tiene ningún lazo con el organismo", declaró a la AFP Nadín Argañaraz, presidente del Instituto para el Análisis Fiscal.
El directorio puede votar la pérdida de acceso a los programas del FMI, pero Argentina canceló en 2006 la deuda con el organismo en un sólo pago de 9.500 millones de dólares para quedar al margen de sus planes y recomendaciones.
Argañaraz, exconsultor del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), admitió que "a un francés o a un noruego le cuesta entender cómo puede haber en Argentina una gama de inflaciones que van de la oficial 10% anual a la de 24% anual, por ejemplo, de la provincia de San Luis (centro)".