Inclusión y perdón, pilares de paz, recuerda Iglesia | El Nuevo Siglo
CEC
Lunes, 4 de Julio de 2016

Compasión, inclusión y perdón son los pilares para la paz, aseguró el arzobispo de Tunja, Luis Augusto Castro, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC), al dar inicio a la centésima primera Asamblea Plenaria del episcopado colombiano que se celebra en Bogotá del 4 al 8 de julio.

En su discurso inaugural, el prelado marcó la ruta de reflexión que los obispos sostendrán durante la Asamblea Plenaria. Castro se centró en la teología de la paz que fija su acción en el amor al enemigo, el perdón que antecede al arrepentimiento y la respuesta no violenta al odio.

Explicó que Jesús nos enseña el sentido del amor hacia los enemigos, es decir una política de compasión que va ligada a una política de inclusión. “Jesús restablece a los excluidos y se asocia con los impuros, por su acción y su mensaje eran considerados contraculturales”, puntualizó.

Castro hizo un llamado para que a través del perdón los colombianos rompamos con el “espíritu de venganza y los sentimientos interesados y mudables” y que la paz no sólo se entienda en los términos del derecho.

Aseguró que el perdón representa una doble decisión: primero, no permitir que el otro permanezca como un enemigo y segundo, abrir un espacio en la propia vida para reincorporar a aquel del que nos hemos separado y hemos excluido.

Recordó que la paz no se reduce a la paz interior, es decir a la del corazón, la espiritual y que no puede ser separada del ámbito político porque en esencia la paz se alcanza a través de una comunidad ordenada, que vive en la verdad, la caridad, la democracia, la libertad y la justicia, por ello advirtió que la paz requiere de dedicación permanente para que no sea deformada.

Aseguró que los colombianos estamos llamados a realizar “la práctica del mucho más”, es decir, hacer más allá de lo ordinario, de lo mínimo y de lo usual para construir la paz y que la manera de hacer política es a través de la acción y las prácticas para acabar con la guerra, promover el perdón y la reconciliación, denunciar las injusticias y promover la justicia utilizando el poder de la no violencia. 

Aclaró que al hablar de una acción política no hace referencia a una opción política partidista, sino a ser fieles al Evangelio de Jesús. “Jesús nos llama al discipulado para que promocionemos acciones de paz que permitan servir eficazmente al ser humano (…) Esta es nuestra manera de hacer política y la debemos hacer”, manifestó.

Así mismo, animó a los obispos del país para que desde sus jurisdicciones promuevan en todos los colombianos la construcción de una nueva casa con cimientos éticos, espirituales y culturales que favorezcan la construcción de la paz en tiempos de post conflicto.

Invitó a toda la jerarquía católica en Colombia para que sea vigía de la novedad del posconflicto y que se convierta en un gran observatorio de paz. 

El prelado también resaltó que con la firma del cese al fuego el país se ha librado de un “obstáculo grande”, pero advirtió que esta etapa no es la definitiva ya que la construcción de la paz requiere de “un gran esfuerzo”. 

“Valoramos inmensamente el cese al fuego definitivo y nos aprestamos a entrar creativamente en la otra etapa, tiempo de reconstrucción y de creación de un país nuevo, guiados por las enseñanzas de Jesús”, afirmó Castro.

Al concluir su discurso pidió que los niños que han sido reclutados por las Farc sean ayudados por la Iglesia de manera personalizada, con amistad y acogida. Asimismo, solicitó al Presidente de la República para que genere una pedagogía dirigida a la gente sencilla. “Esta gente se siente perpleja y se hace preguntas tan existenciales como: “¿La firma de este acuerdo nos ayudará o nos perjudicará, a mi familia y a mí?” ¿Si la zona de concentración de exguerrilleros queda cerca de mi casa, estamos en peligro? ¿Es o no es una impunidad total lo que se está firmando?”.

Finalmente puntualizó 7 realidades de la problemática del campo en el país para que sean analizadas durante la Asamblea Plenaria.

La centésima primera Asamblea Plenaria congrega a 83 obispos de todo el país que se reúnen en la sede de la Conferencia Episcopal de Colombia del 4 al 8 de julio.